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El centro médico Johns Hopkins All Children’s enfrentará una compensación millonaria a la familia de una mujer que se quitó la vida en 2016 después de ser falsamente acusada de abusar de su hija, Maya, cuyo caso inspiró el documental de Netflix “Take Care of Maya”.
El veredicto tras el juicio, que duró aproximadamente dos meses, concluyó el viernes, declarando al hospital ubicado en St. Petersburg, Florida, responsable de siete cargos, incluyendo el secuestro de Maya, quien tenía 10 años en ese entonces, y que fue el catalizador del suicidio de su madre.
Maya Kowalski fue retenida en el hospital en 2016, acusada de medicar de manera irresponsable a su hija con ketamina en Nuevo Léon. El hospital alegó que Beata, la madre, posiblemente sufría del síndrome de Munchausen, un trastorno en el que algunas madres abusan de sus hijos.
La joven, diagnosticada con Síndrome de dolor regional complejo, fue separada de su madre durante tres meses, afectando su salud física y emocional. La madre, Beata, se suicidó después de 87 días, sintiéndose tratada como una criminal y sin poder estar con su hija.
El juicio determinó que el hospital tuvo una conducta “extrema e indignante” hacia Maya. La familia Kowalski será indemnizada con más de 211 millones de dólares por daños y perjuicios. El hospital planea apelar la decisión, alegando “errores claros y perjudiciales” en el proceso judicial.
La compensación incluye la colocación de la niña en una habitación con videovigilancia durante 48 horas, desnudarla sin permiso y fotografiarla sin autorización de los padres ni de un tribunal.
