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En un operativo realizado en Reynosa, Tamaulipas, las autoridades detuvieron a Santos “N”, apodado “M-47” o “Jimmy”, señalado como el autor intelectual del asesinato de varios músicos del Grupo Fugitivo, incluyendo a su mánager. Junto con él también cayeron Raúl “N” y Jesús Alejandro “N”, tras cateos simultáneos en tres propiedades distintas.
Durante los registros no solo capturaron a los sospechosos, sino que también se incautaron armas, droga, vehículos y dinero en efectivo de origen sospechoso. Todo apunta a que M-47 es un pez gordo dentro del grupo criminal “Metros”, brazo operativo del Cártel del Golfo, y mano derecha de César “N”, alias “El Primito”, uno de los generadores de violencia más temidos en la zona.
Esta tragedia conmovió profundamente a la comunidad, no solo por la pérdida de los músicos, sino por la forma tan cruel en la que fueron engañados y asesinados. El 29 de mayo, los cuerpos de cuatro integrantes del grupo y su representante fueron encontrados, cuatro días después de haber sido reportados como desaparecidos. Sus familias incluso habían recibido mensajes pidiendo rescate en ese lapso.
Según los primeros reportes, los músicos fueron citados con engaños a un terreno baldío, supuestamente para una presentación privada. Pero todo era una trampa. El único que se salvó fue el vocalista, Carlos González, quien llegó tarde y al llegar ya no encontró ni a sus compañeros ni al vehículo. Días después, el todoterreno apareció abandonado a unos kilómetros, al igual que el remolque con sus instrumentos.
Los investigadores sospechan que los cinco fueron trasladados a otra propiedad, donde finalmente fueron ejecutados.
Hasta ahora, las autoridades han logrado la captura de 12 personas relacionadas con este caso, que ha puesto nuevamente los reflectores sobre la inseguridad que se vive en Tamaulipas, un estado marcado por la violencia, los secuestros y el tráfico de drogas y migrantes a través de la frontera con Estados Unidos.
El Grupo Fugitivo, que se especializaba en música norteña, era popular por sus letras pegajosas con tintes de polca. Como muchas agrupaciones emergentes, solían tocar en fiestas privadas, algunas organizadas por personas ligadas al narco. Incluso, en el ambiente se comenta que algunos músicos componen corridos dedicados a capos, lo cual los convierte en blanco de grupos rivales. No sería la primera vez que ocurre algo así.
Por ahora, el caso sigue abierto, pero con cada arresto parece que la verdad está más cerca de salir a la luz.
