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Innumerables Devotos Participan en la Bendición de Niños Jesús
Cientos de creyentes se congregan en diversas parroquias de Pachuca y sus alrededores, así como en localidades como Tula, para recibir la bendición de sus Niños Dios en este 2 de febrero.
En la iglesia La Asunción, ataviados con trajes representativos de diferentes santos, como el Niño de la Misericordia, la Divina Providencia, San Judas Tadeo o Las Palomas, fieles portando imágenes que han cuidado con fervor durante más de tres décadas, participan con fe católica en la homilía ofrecida por el sacerdote Miguel Peña.
El padre Peña, durante su mensaje con motivo del Día de la Candelaria, destaca el significado de la palabra “candela” o luz, alentando a los feligreses a llevar velas que iluminen sus hogares. Asimismo, insta a realizar buenas acciones, siguiendo el esfuerzo dedicado a vestir a los Niños Dios, proponiendo ayudar a niños necesitados con ropa, calzado o alimentos.
Tras la emotiva homilía, el sacerdote bendice las imágenes y a los presentes con agua, mientras, en tono jocoso, espera las invitaciones para compartir tamales y festejar. La iglesia de La Asunción, abierta desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche, acoge a los feligreses con sus Niños Dios, organizando la entrada cada 20 minutos para mantener el orden en el recinto religioso.
Bendiciones en Región Tula: Habitantes Participan en Ritos Religiosos
En el marco de las festividades por el Día de la Candelaria, pobladores de municipios en la región Tula asisten a ceremonias religiosas en iglesias católicas, donde se ofician misas el viernes 2 de febrero.
En la Catedral, desde tempranas horas, numerosos habitantes se congregan para participar en el acto religioso. Juana Jiménez, una devota con más de dos décadas de tradición, lleva a bendecir a su Niño Dios, vistiéndolo en esta ocasión con el atuendo conocido como “Las Palomas”. Expresa sus peticiones con fe y devoción, solicitando salud y protección para su familia durante todo el año.
Por su parte, Hugo Cortés, un hombre de sesenta años, comparte la arraigada tradición de llevar a bendecir su Niño Dios a la parroquia principal de Tepeji del Río, heredada de sus padres. Con su familia, asiste a la iglesia localizada junto al jardín en la zona central de la ciudad, transmitiendo esta práctica a sus dos hijos menores.
