#Cempasúchil mexicano: la batalla por la #Tradición frente a las flores #Chinas.

En los últimos años, las ventas de floricultores en Doxey, Tlaxcoapan, se han visto seriamente afectadas. Esto se debe a que muchos consumidores creen que la flor de cempasúchil china, que viene en macetas, es una opción más barata. Aunque estas flores parecen durar más, carecen de fragancia, lo que ha dejado en desventaja a los productores locales.

Cristóbal Vargas Fuentes, un agricultor de la zona, se dedica a vender cempasúchil, girasoles, besos, nubes y crisáleas. Ayer, él comentó que, supuestamente, los productores chinos han manipulado la semilla de esta flor típica de la temporada, produciendo una variante sin aroma, lo que ha perjudicado a al menos sesenta floricultores en la región de Hidalgo. “Para nosotros, los campesinos de Tlaxcoapan, es un verdadero reto vender nuestras flores. No podemos aumentar el precio real que debería tener el cempasúchil”, aseguró.

Vargas enfatizó que el precio de la flor china oscila entre 25 y 30 pesos por maceta, mientras que el producto mexicano se comercializa alrededor de cien pesos por manojo. “La gente piensa que la flor china es más barata, pero en realidad, están pagando más por una mayor cantidad de producto. Los agricultores de Tlaxcoapan ofrecemos flores de mejor calidad, más frescas y con mayor proporción”, agregó.

El agricultor también comentó que, en años anteriores, muchos de sus colegas en Doxey han enfrentado problemas económicos debido a esta situación. “Dependemos de nuestras tierras para llevar el pan a casa, así que este tema nos afecta a todos”, añadió.

A pesar de la competencia, los floricultores de la localidad llevan meses cuidando sus cultivos de cempasúchil, manita de león, nubes, crisáleas y besos, que estarán disponibles durante la celebración del Día de Muertos. Vargas subrayó que los consumidores conocen la excelente calidad de las flores cultivadas en su región, y la mayoría opta por adquirirlas en lugar de las importadas.

Por otro lado, Vargas y otros agricultores hicieron un llamado a las autoridades federales para que reparen un canal que atraviesa sus tierras de cultivo. Aseguran que esta obra abierta se ha convertido en un foco de infección, generando malos olores que afectan la salud de quienes trabajan en el campo. “Los olores desagradables no solo son molestos, sino que también perjudican nuestra salud mientras cuidamos nuestras parcelas en esta zona agrícola”, concluyeron.

Autor Itzel G. Bandala

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