El puerto más grande de Sudamérica está aquí, en Chancay, Perú. Después de varios años de construcción, el imponente megapuerto de Chancay, ubicado a unos 70 kilómetros de Lima, finalmente abre sus puertas este jueves. Este ambicioso proyecto, liderado por Cosco Shipping Company, la gigante estatal china, busca revolucionar las rutas de comercio entre América Latina y Asia. Con una inversión de unos 3,400 millones de dólares, el puerto incluye 15 muelles, un túnel de 2 kilómetros para optimizar el transporte, y otras infraestructuras logísticas.

¿Qué significa para América Latina?
Este megapuerto forma parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, una estrategia con la que el gigante asiático afianza su presencia global. Chancay no solo permitirá a China desembarcar sus productos en Sudamérica y embarcar recursos como cobre, litio y soja, sino que reducirá el tiempo de envío directo a Asia. Hasta ahora, la ruta de exportación desde Perú a Asia implicaba largas escalas en puertos más al norte, como el de Manzanillo, México, pero con Chancay, la ruta es más directa y rápida.
Efectos en Perú: oportunidades y desafíos.
Este megapuerto trae grandes expectativas para la economía peruana. Según el ministro de Comunicación y Transportes de Perú, Raúl Pérez Reyes, Chancay será clave para posicionar al país como un “hub logístico” en Latinoamérica. Las autoridades calculan que el nuevo puerto generará unos 7,500 empleos directos e indirectos, aunque algunos críticos señalan que otros proyectos chinos en la región han dependido más de trabajadores traídos desde China que de mano de obra local.

Chancay también apunta a aliviar la saturación del puerto de El Callao, el principal de Perú. Además, el Ministerio de Producción estima que el puerto podría aportar 4,500 millones de dólares a la economía del país, lo que representa un 1.8% del PIB peruano.
Sin embargo, el proyecto no ha estado exento de polémica. Grupos ambientalistas y organizaciones locales han alzado la voz por los posibles daños al entorno, y algunos expertos advierten que esta inversión refuerza la dependencia económica de Perú hacia China. Según Robert Evan Ellis, del Instituto de Estudios Estratégicos de EE.UU., proyectos como Chancay permiten que China obtenga recursos locales, aumentando así la influencia sobre los países donde se establece.
Impacto en Chile: una competencia difícil.

En Chile, algunos ya sienten la presión de esta nueva infraestructura. Voces como la del exministro de Transportes Germán Correa han lamentado que Chile se quedará rezagado por no haber avanzado en la modernización de sus propios puertos, como el de San Antonio, cuyo proyecto lleva años en suspenso. La capacidad de Chancay para recibir buques de gran tamaño de hasta 24,000 contenedores amenaza con hacer menos competitivo el servicio de los puertos chilenos de San Antonio y Valparaíso.
Sin embargo, algunos ven en Chancay una oportunidad para reducir los costos logísticos. Según Andrés Bórquez, de la Universidad de Chile, este puerto podría beneficiar a ciertos sectores, como los exportadores de cerezas, quienes podrían aprovechar la reducción de tiempo en sus envíos a Asia durante temporadas de alta demanda.
¿Y para Brasil?
Brasil, otro socio comercial clave para China en América Latina, también tiene expectativas sobre Chancay. La ministra de Planeamiento y Presupuesto de Brasil, Simone Tebet, visitó el puerto a inicios de año con la intención de explorar nuevas oportunidades de integración regional. Sin embargo, algunos analistas como Leonino Dourado del Centro de Estudios sobre China y Asia de la Universidad del Pacífico, creen que Brasil seguirá usando sus propios puertos en el Atlántico, como el de Manaos, ya que las distancias y los costos logísticos hacen menos viable el transporte hasta Perú.

En conclusión, Chancay se perfila como una infraestructura clave no solo para Perú, sino para el comercio de toda América Latina. Sin embargo, su verdadero impacto dependerá de cómo logren adaptarse los países vecinos y de si Perú puede mejorar sus propias conexiones para maximizar los beneficios de este megaproyecto en su economía local y en la región.