El gobierno de China, liderado por Xi Jinping, anunció planes para flexibilizar su política monetaria en 2025, como parte de una estrategia para contrarrestar la desaceleración económica que afecta al país. Este anuncio llega en un contexto de crecientes tensiones comerciales y con la segunda economía más grande del mundo enfrentando presiones internas y externas.
El cambio en el enfoque económico fue discutido el 9 de diciembre por los 24 miembros del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista, órgano responsable de delinear las políticas clave del país. Según la agencia estatal Xinhua, los líderes chinos señalaron la necesidad de estimular el consumo, mejorar la eficiencia de las inversiones y expandir significativamente la demanda interna. También subrayaron la intención de adoptar una política fiscal más proactiva y una mayor flexibilidad monetaria.
El anuncio se produce poco antes de una importante conferencia económica que definirá las medidas a seguir en el próximo año. Este cambio de tono fue recibido con entusiasmo por los mercados financieros, como lo demuestra un aumento del 3% en el índice Hang Seng de la Bolsa de Hong Kong, reflejando expectativas de un estímulo más sólido por parte de Pekín.
Sin embargo, este movimiento económico se encuentra bajo la sombra del regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Trump ha amenazado con incrementar los aranceles a las exportaciones chinas, lo que podría impactar uno de los principales motores de crecimiento económico del país asiático. Estas tensiones comerciales agregan una capa de incertidumbre al panorama económico de China, que ya enfrenta dificultades como una crisis en su sector inmobiliario y el riesgo persistente de deflación.
El uso del término flexibilización monetaria, mencionado por primera vez desde 2011 por el Buró Político, evidencia el reconocimiento por parte de las autoridades chinas de la gravedad de los desafíos económicos actuales. Analistas de SG Markets indicaron que esta declaración muestra la urgencia de implementar medidas para revitalizar la economía.
China busca evitar el estancamiento y garantizar un crecimiento sostenible en medio de un entorno global complejo. Las decisiones económicas que tome el país en los próximos meses serán cruciales para determinar si logra superar los obstáculos que enfrenta actualmente y mantener su posición como una de las principales potencias económicas del mundo.