Clara Brugada inició su precampaña para la jefatura de Gobierno con un compromiso claro: convencer y entusiasmar a los capitalinos para ganar la Ciudad de México. La líder busca recuperar alcaldías perdidas y obtener la mayoría calificada en el Congreso local. Desde el centro cultural Roberto Cantoral, rodeada de dirigentes de Morena, Verde Ecologista de México y del Trabajo, Brugada arremetió contra la oposición, enfatizando la unidad en la izquierda y asegurando que defenderá el proyecto de la Cuarta Transformación, liderado por su compañera Claudia Sheinbaum.
Brugada destacó el fortalecimiento del movimiento en la contienda interna, contrastándolo con lo que describió como un “dedazo anunciado” en el PRIAN, refiriéndose al partido del cártel inmobiliario y señalando al panista Santiago Taboada como su mejor exponente de la corrupción. Enfatizó la elección que enfrentan los capitalinos entre una ciudad progresista y de derechos, representada por su proyecto, o el retroceso y la corrupción que, según ella, encarna el PRIAN.
La líder política advirtió sobre el riesgo de que el PRIAN asuma el gobierno capitalino, sugiriendo que pondrían la seguridad en manos de un empleado de El Chapo Guzmán, cancelarían programas sociales, privatizarían servicios públicos y revertirían derechos esenciales. Al grito unánime de “jefa de Gobierno”, Brugada prometió asumir la responsabilidad de sumar e incluir, movilizando una poderosa estructura para enfrentar a la derecha.
Con el lema “Hacia la victoria, la ciudad nos une”, Brugada llamó a la unidad, reuniendo a representantes de todos los grupos. Aseguró que no buscan acomodos burocráticos, sino que son un instrumento de transformación y lucha. La líder se comprometió a construir una ciudad progresista y feminista, presentando sueños convertidos en propuestas, como la instauración de un sistema público de cuidados, un nuevo modelo de gestión del agua metropolitano, el crecimiento económico junto a empresarios y una ciudad más cultural.