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Claudia Sheinbaum, quien recientemente se convirtió en la primera mujer en ganar la presidencia de México, proviene de una familia judía con profundas raíces culturales e históricas. Nacida en Ciudad de México, Sheinbaum es nieta de inmigrantes judíos que llegaron a México en busca de nuevas oportunidades, huyendo de la persecución en Europa.
Su abuelo paterno, originario de Lituania, y su abuela, de Bulgaria, se establecieron en México, donde encontraron una comunidad acogedora. Esta herencia cultural ha influido significativamente en la formación y valores de Sheinbaum.
Sheinbaum ha mantenido una destacada carrera académica y política. Es física de formación y ha sido una defensora del medio ambiente, con un doctorado en ingeniería energética. Su trayectoria incluye ser jefa de Gobierno de Ciudad de México, cargo desde el cual impulsó diversas políticas sociales y ambientales.
Su ascenso a la presidencia representa no solo un logro personal sino también un hito para la comunidad judía en México. Sheinbaum ha declarado en varias ocasiones su orgullo por sus raíces y su compromiso con la diversidad y la inclusión.
La elección de Sheinbaum como presidenta marca un momento histórico en la política mexicana y refleja la evolución y aceptación de la diversidad cultural en el país. Su administración enfrentará desafíos significativos, pero su preparación y antecedentes ofrecen una perspectiva de esperanza y cambio positivo para México.
