En plena luz del día y como si fuera cliente frecuente, un elefante salvaje se metió a una tiendita en Tailandia para saciar su antojo. El protagonista fue Plai Biang Lek, un coloso de unos 30 años que sorprendió a todos al pasearse por una miscelánea en la provincia de Nakhon Ratchasima, cerca del Parque Nacional Khao Yai.

Con paso tranquilo y sin preocuparse por los curiosos, el elefante entró a revisar los estantes, agarró nueve bolsitas de galletas, un sándwich y unos plátanos secos… ¡como quien va por su lonche del día! Todo quedó grabado en un video que ya está dando la vuelta por las redes 🐘📹
Aunque el episodio parecía un robo, la dueña del local, Kamploy Kakaew, se lo tomó con humor. “Solo tenía hambre”, escribió en redes, contando que el paquidermo se fue como llegó: en paz, pero con la trompa llena de dulces. Eso sí, dejó unas cuantas huellas de lodo como recuerdo del asalto más simpático del mes.
Desde el Departamento de Parques Nacionales de Tailandia, el voluntario Danai Sookkanthachat explicó que Plai Biang Lek no es nuevo en estas andadas. Ya lo han visto otras veces caminando cerca de zonas habitadas, buscando comida. Pero esta fue la primera vez que se metió a un local comercial a echarse un tentempié.
La escena generó todo tipo de reacciones en redes sociales: “¿Y no vas a pagar, Biang?”, le escribió un usuario. Otro preguntó si iba a volver por unos bollitos de cerdo. Aunque fue una situación divertida, también dejó ver un problema serio.
Y es que este tipo de acercamientos entre humanos y elefantes no son aislados. Cada vez más elefantes salvajes se ven forzados a abandonar su hábitat por el avance de la agricultura. Esto los lleva a buscar alimento en pueblos o ciudades, lo que puede derivar en accidentes o daños, e incluso en muertes tanto de animales como de personas.

Según The Associated Press, en Tailandia hay entre 3,700 y 4,400 elefantes salvajes, y muchos de ellos han perdido su espacio natural. Algunos terminan heridos por cercas eléctricas, otros son atacados por campesinos o simplemente no logran encontrar suficiente comida en su entorno natural.
Aunque ver a Plai Biang Lek llevándose unas galletas suena gracioso, no es lo que normalmente comen. Los elefantes son estrictamente herbívoros: su dieta se basa en hojas, raíces, cortezas y frutas. Según National Geographic, pueden pasar hasta 15 horas al día comiendo y llegar a consumir entre 100 y 150 kilos diarios.
Usan su trompa para todo: arrancar ramas, recoger raíces o incluso beber agua, ¡hasta 15 litros de un solo trago! Y sí, con tanto que comen, pueden ir al baño hasta 20 veces al día. Aunque en cautiverio se les puede dar dulces o frutas como premio, no es lo ideal ni lo que buscarían de manera natural.
Así que sí, este elefante se ganó la simpatía de internet, pero también nos recordó que el verdadero problema está en cómo el ser humano sigue invadiendo el hogar de especies salvajes. Ojalá pronto haya soluciones que protejan tanto a las personas como a estos increíbles animales.