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El ataque terrorista en Israel y la subsiguiente guerra en Gaza han llevado a un aumento de los ataques contra judíos en todo el mundo. Este patrón se repite cada vez que surge un conflicto en la región, lo que resulta en un aumento de amenazas y agresiones dirigidas a comunidades judías.
Un estudio de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea en 2016 ya advertía que los eventos en Oriente Próximo podían desencadenar sentimientos antijudíos en la Unión Europea, especialmente en Europa occidental.
La creciente tensión en Oriente Próximo no necesariamente crea hostilidad hacia los judíos, su cultura o influencia, sino que desencadena actitudes negativas preexistentes que pueden derivar en amenazas y ataques.
En los últimos años, ha habido un aumento significativo en los incidentes contra comunidades y personas judías en varios países, incluido un aumento del 388% en los incidentes en EE. UU. poco después del atentado de Hamás.
La relación entre judíos y musulmanes en países con poblaciones significativas de ambas comunidades a menudo depende de los acontecimientos en Oriente Próximo, lo que plantea preocupaciones sobre la seguridad de los judíos en momentos de conflicto.
Las creencias y estereotipos perjudiciales sobre la influencia judía y el control de instituciones poderosas se han utilizado durante siglos para avivar el sentimiento contra el pueblo judío.
A medida que las teorías conspirativas circulan por Internet, es esencial recordar la historia del antijudaísmo, que está llena de estas teorías. Estas ideas pueden agravarse en tiempos de conflicto palestino-israelí y crear una atmósfera peligrosa para los judíos en todo el mundo.
Este aumento de la hostilidad es motivo de preocupación y probablemente no desaparecerá pronto. Es esencial abogar por la tolerancia y el entendimiento en un momento de conflicto tan delicado.
