Un avión de Azerbaijan Airlines pudo haber sido víctima de un error catastrófico. Según un funcionario estadounidense, las defensas aéreas rusas podrían haber confundido el vuelo comercial con un dron ucraniano, lo que habría llevado al trágico derribo de la aeronave.
El accidente ocurrió el miércoles cerca de Aktau, Kazajstán, dejando un saldo de al menos 38 fallecidos entre las 67 personas a bordo, según confirmaron las autoridades kazajas. La confusión surgió después de ataques con drones ucranianos en el sur de Rusia, que habrían generado un estado de alerta extrema en las defensas antiaéreas rusas.
Una tragedia en el aire.
El vuelo J2-8243 cubría la ruta entre Bakú, la capital de Azerbaiyán, y Grozny, en Chechenia. Sin embargo, el mal tiempo forzó un desvío hacia Aktau, donde el avión intentó aterrizar en dos ocasiones antes de estrellarse a pocos kilómetros del aeropuerto. Las causas preliminares indican posibles problemas de navegación debido a interferencias de GPS cerca de Grozny, además de una explosión que habría afectado la cabina de pasajeros, según reportó el ministro de Transporte de Kazajstán.
¿Error humano o defensa descontrolada?
Expertos sugieren que las unidades antiaéreas rusas pudieron haber disparado contra el avión por error, creyendo que se trataba de un dron de largo alcance de origen ucraniano. Un funcionario estadounidense aseguró que los agujeros encontrados en el fuselaje del avión son consistentes con daños por metralla de una explosión.
Mientras tanto, una comisión internacional con representantes de Kazajstán, Azerbaiyán y Rusia se ha formado para investigar a fondo el desastre. Aunque las hipótesis iniciales incluyen desde un choque con aves hasta un fallo técnico, el contexto del reciente ataque con drones ucranianos parece inclinar la balanza hacia una confusión militar.
Supervivientes y preguntas sin respuesta.
Entre los pasajeros, 37 eran ciudadanos azeríes, 16 rusos y 6 kazajos, además de tres personas de Kirguistán. Milagrosamente, 29 sobrevivientes, incluidos dos niños, fueron rescatados de los escombros, aunque algunos se encuentran en estado grave.
Por su parte, las autoridades kazajas confirmaron que se han recuperado las dos cajas negras del avión, y los datos podrían ser clave para esclarecer las circunstancias de esta tragedia aérea. Los análisis preliminares tardarán al menos dos semanas en completarse.
¿Qué sigue?
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, pidió evitar especulaciones mientras la investigación sigue en curso. Sin embargo, la creciente evidencia y los testimonios apuntan a que el avión habría sido derribado por un sistema antiaéreo ruso, lo que podría generar tensiones diplomáticas en la región.
Esta trágica confusión pone en el centro del debate la seguridad aérea en zonas de conflicto y el impacto de las tensiones militares en la aviación comercial.