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Un total de 12 congresos estatales, incluidos Ciudad de México, Tabasco y Oaxaca, han aprobado la reforma que coloca a la Guardia Nacional bajo la adscripción de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Para que la reforma sea declarada constitucional, aún se requieren cinco aprobaciones más de congresos locales. La votación ha sido controvertida, con legisladores opositores que criticaron la militarización de la seguridad pública, mientras otros argumentan que la reforma fortalece el combate al crimen organizado. La resistencia de algunos sectores no ha frenado su avance.
En Tabasco, el congreso local fue el primero en aprobar la reforma, con 27 votos a favor y 8 en contra. Ciudad de México también aprobó la medida, aunque la discusión se extendió por varias horas, debido a los posicionamientos de más de 20 legisladores. La votación final resultó con 43 votos a favor y 19 en contra, pese a las manifestaciones de la oposición, que buscaban frenar el avance de la reforma.
Grupos opositores, vestidos con camisetas negras y la leyenda #SomosResistencia, expresaron su rechazo ante lo que consideran un avance hacia la militarización del país. Sin embargo, los defensores de la reforma argumentan que la adscripción a la Sedena brindará estabilidad y eficacia a las operaciones de seguridad.
Además de la reforma de la Guardia Nacional, los congresos locales también han discutido y aprobado una reforma que reconoce los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos, subrayando la importancia de garantizar la inclusión y protección de estos sectores en la legislación nacional.
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