En el desarrollo del tramo 5 sur del Tren Maya, que busca conectar Playa del Carmen con Tulum, se ha suscitado una polémica debido a la afectación de cavernas subterráneas por la construcción de pilotes, generando inquietudes entre ambientalistas. Este segmento, el cual enfrenta demoras debido a amparos de organizaciones ecologistas, ha sido señalado por el movimiento Sélvame del Tren y SOS Cenotes, quienes alertan sobre el recubrimiento y daño a más de un centenar de cavernas durante su construcción.
A pesar de los contratiempos, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que la inauguración de este tramo de 111 kilómetros está prevista para febrero de 2024, con dos estaciones principales: Tulum y Tulum Aeropuerto.
El conflicto se intensifica por la interferencia de los pilotes en el Sistema Aktun T’uyul, afectando negativamente el ecosistema subterráneo y comprometiendo la calidad del agua. El primer hincado de pilotes en cavernas secas fue documentado por el colectivo Sélvame del Tren y SOS Cenotes, evidenciando la perforación en la intersección entre las cuevas Manitas y Oppenheimer.
La acción ha alterado la transparencia del agua subterránea, que anteriormente era cristalina y ahora presenta un aspecto lechoso y turbio. Ambientalistas advierten sobre las consecuencias de esta contaminación para dos millones de habitantes y expresan su preocupación por la corrosión del fierro, lo cual podría afectar el acuífero, vital para Quintana Roo.
Adicionalmente, la perforación de pilotes amenaza la fauna silvestre y el patrimonio geológico de las cavernas, incluyendo estalagmitas y estalactitas con hasta 800 mil años de antigüedad. Se ha encontrado evidencia de restos de 42 especies de animales de la Edad de Hielo, así como restos de esqueletos humanos, subrayando la importancia del patrimonio en la zona.
Los activistas alegan que estas acciones contradicen las promesas previas del presidente López Obrador, quien aseguró en mayo de 2023 que cenotes, ríos subterráneos y cuevas estarían protegidos durante y después de la construcción del Tren Maya. A pesar de estas afirmaciones, la documentación de perforaciones y el inicio de la colocación de pilotes en enero de 2024 han avivado las preocupaciones medioambientales.