La producción de azúcar en México se ve amenazada por una prolongada sequía que ha impactado severamente el suministro de agua, resultando en una disminución significativa en la producción, especialmente en la región noreste, donde se estima que se han perdido hasta 200 mil toneladas. Esta situación ha llevado a una estimación de producción para la zafra 2023-2024 de 4 millones 750 mil toneladas, una disminución de casi millón y medio de toneladas en comparación con el ciclo anterior, según declaraciones de Carlos Blackaller, líder de la Unión Nacional de Cañeros de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales.
En regiones como la Huasteca potosina, la situación es crítica, con un descenso del 75 por ciento en la producción en el ingenio San Miguel del Naranjo, donde se han obtenido solo 40 mil toneladas de azúcar de las 180 mil previstas para esta zafra.
A nivel nacional, la sequía ha provocado una caída de aproximadamente 500 mil toneladas en la producción de azúcar en la zafra 2023-2024 en comparación con el ciclo anterior, lo que representa un desafío significativo para el sector azucarero.
Los ingenios más afectados se encuentran en el noreste del país, donde una reducción importante de las lluvias ha impactado negativamente la producción. Ante esta situación, Blackaller destacó la necesidad de buscar soluciones a largo plazo, como la estimulación de lluvia y la actualización de estudios hidrológicos para planificar estrategias efectivas de recuperación de mantos freáticos.
El dirigente también mencionó la importancia de implementar prácticas de manejo sustentable del cultivo de caña para mejorar la capacidad del suelo para retener la humedad, así como programas de reforestación para crear un entorno más propicio para el ciclo del agua.
Además, se discutió la posibilidad de utilizar la estimulación de lluvias como una herramienta para aumentar las precipitaciones pluviales en áreas específicas, aunque se enfatizó la necesidad de un enfoque integral que combine la tecnología con el trabajo de productores e industria.
A pesar de los desafíos actuales, se espera que con condiciones climáticas favorables y la implementación de medidas adecuadas, México pueda recuperar su producción de azúcar a niveles óptimos en los próximos años.