La falta de fondos ha llevado al Instituto Nacional de Migración (INM) a detener las operaciones de traslado y repatriación de migrantes en situación irregular, según una circular emitida por Francisco Garduño, el titular del instituto. La medida, que entró en vigor el 1 de diciembre, se atribuye a la suspensión de pagos por parte de la Secretaría de Hacienda en noviembre, debido a ajustes presupuestarios de fin de año.
Dentro de las actividades suspendidas se encuentran los servicios aéreos de retornos asistidos de migrantes y la transportación terrestre para el traslado de migrantes irregulares. Estas medidas afectarán la capacidad del INM para devolver a los migrantes a sus países de origen y para trasladar a los extranjeros dentro de México, con el objetivo de descongestionar puntos de acumulación.
La paralización de estas operaciones se produce en un momento en que la región experimenta un aumento récord en el flujo de migrantes hacia Estados Unidos, con casi 590 mil migrantes en situación irregular registrados por las autoridades mexicanas de enero a octubre de este año. Sin embargo, las cifras de repatriación han disminuido drásticamente desde abril, especialmente después del trágico incendio en un centro de detención en Ciudad Juárez.
Además, las medidas de austeridad incluyen el retorno de agentes migratorios a sus oficinas asignadas y la suspensión temporal de ciertos pagos a funcionarios de la agencia migratoria. La falta de claridad sobre la fecha de finalización de estas medidas genera preocupaciones sobre su impacto a largo plazo en el sistema migratorio mexicano.