El escenario educativo enfrenta un revuelo mientras el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) denuncia que los nuevos libros de texto gratuitos y las guías pedagógicas de la Secretaría de Educación Pública (SEP) no solo contienen errores, sino que también fomentan la violencia hacia las empresas y empresarios.
El CCE hizo sonar la alarma ante lo que considera una problemática preocupante en el material educativo. Mencionaron que, en estos materiales, se hace referencia al secuestro del empresario Eugenio Garza Sada y Fernando Aranguren por parte de la Liga Comunista 23 de Septiembre en 1973.
El órgano encabezado por Francisco Cervantes Díaz expresó que este tipo de contenido “promueve sin motivo la violencia, el odio y la animosidad hacia empresas y empresarios que operan dentro del marco legal”.
Las empresas, a través de sus inversiones, contribuyen al desarrollo de México y generan empleo, subrayó el CCE, rememorando las palabras del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien ha destacado estos aportes en varias ocasiones.
Ante esta situación, el CCE hizo un llamado a las autoridades educativas para que la enseñanza de la historia se enfoque en presentarla sin intentar alterarla. Subrayaron la importancia de registrar los acontecimientos históricos y llamarlos por su nombre, incluido el asesinato de Eugenio Garza Sada y Fernando Aranguren en 1973 a manos de la Liga Comunista 23 de Septiembre.
El organismo instó a que la educación en México se centre en construir un sistema de excelencia que mejore la calidad de vida de todos sin adoptar ideologías ni discriminar por raza, género o posición social. Además, pidieron que la revisión de los libros de texto gratuitos se ajuste al marco legal vigente.
El CCE enfatizó que los contenidos de los nuevos libros de texto gratuitos y las guías pedagógicas no cumplieron con los procedimientos establecidos en la Constitución y la Ley de Educación. Además, subrayaron que estos contenidos carecen de base en planes y programas de estudio, y no consideran la opinión de los gobiernos estatales ni de los diversos actores involucrados en la educación.
Concluyeron señalando que los nuevos materiales educativos contienen omisiones y errores que ya han sido identificados y difundidos por expertos y pedagogos, siendo reportados en los medios de comunicación.