El proyecto de #ley que está moviendo el #Senado sobre la agenda de #DonaldTrump tendría un costo aproximado de US$ 508.000 millones en los próximos 10 años, según una estimación que sacó la Oficina de Presupuesto del Congreso (#CBO) el sábado en la noche.

Pero ojo, esa cifra viene de un cálculo alternativo llamado “línea de base de política actual”, que no considera el costo de extender los recortes fiscales de 2017 de Trump —y esos sí que sumarían billones al déficit federal. Porque, la verdad, el plan del Senado propone dejar de forma permanente casi todos esos recortes de impuestos sobre la renta individual que, por ahora, se vencen a finales de este año.
La CBO evaluó el costo del alivio fiscal extra que trae el proyecto del Senado, que incluye promesas de campaña como quitar impuestos sobre propinas y horas extra, aumentar el crédito tributario por hijos y subir el límite para deducir impuestos estatales y locales, además de otras medidas.
Un dato que no pasa desapercibido: el Comité Conjunto de Tributación, con otro análisis basado en esa misma línea de política actual, calcula que estos recortes sumarían cerca de US$ 700.000 millones al déficit en una década.

Además, la CBO también consideró recortes históricos en dos programas clave de protección social: Medicaid y los cupones de alimentos. Según el senador demócrata Ron Wyden, estos recortes reducirían el apoyo federal a Medicaid en la friolera de US$ 930.000 millones en 10 años.
Pero eso no es todo. La CBO planea lanzar otro análisis usando la “línea de base de la ley vigente”, que sí incluye la expiración de los recortes fiscales de 2017. Ahí, la cosa pinta peor: el déficit subiría muchísimo más, con un aumento de casi US$ 4.5 billones en una década, según otro estudio del Comité de Tributación.
Por su parte, la Cámara de Representantes tiene su propia versión de este gran proyecto —al que algunos llaman el “Proyecto de ley grande y hermoso”— que añadiría unos US$ 2.4 billones al déficit según la CBO.
😷 El impacto en la salud: más gente sin seguro y recortes fuertes.
La propuesta del Senado también dejaría sin seguro médico a unos 11.8 millones más de personas para 2034, un número incluso mayor que los 10.9 millones adicionales sin cobertura que proyecta la versión de la Cámara.
Ambos proyectos hacen recortes enormes a Medicaid, el programa que hoy protege a más de 71 millones de estadounidenses de bajos ingresos — niños, ancianos, personas con discapacidad y padres incluidos. Además, modifican la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (Obamacare), lo que reduciría la inscripción en este programa.
El plan del Senado recorta Medicaid más fuerte, y además agrega un requisito laboral para que adultos entre 19 y 64 años sigan recibiendo cobertura. A diferencia de la Cámara, aquí incluso los padres con hijos mayores de 13 años tendrían que trabajar para mantener el beneficio.
Otra parte polémica es la reducción del límite que los estados cobran a proveedores para financiar Medicaid y el aumento en las tasas de reembolso, una medida que solo aplicaría a los 40 estados y al Distrito de Columbia que ya extendieron Medicaid a adultos con bajos ingresos. Por su lado, la Cámara propone una pausa a esos impuestos estatales.
Esta cláusula de impuestos a proveedores fue tan controvertida que al final los republicanos metieron un fondo extra de US$ 25.000 millones para hospitales rurales para convencer a legisladores que dudaban.
¿Quién gana y quién pierde?
Los demócratas y grupos defensores de consumidores critican a los republicanos por reducir la cobertura médica de millones para pagar recortes de impuestos que favorecen a los más ricos. Pero Trump y su partido defienden que estos cambios son para fortalecer Medicaid y proteger a los que más lo necesitan.