¡Cuidado! La Calma del #OjoDelHuracán Te Puede Engañar.

A primera vista, parece que la tempestad ha pasado. Cuando el ojo de un huracán impresionante, como Milton, toca tierra, quienes están en el centro de la tormenta sienten que la calma regresa. Los vientos y las lluvias se detienen, el cielo se despeja y, si es de noche, hasta se pueden ver las estrellas o el sol brillando.

Después de horas de vientos arrasadores y lluvias torrenciales, es común que la gente, refugiada en sus casas, salga a la calle para filmar los estragos causados por el temporal. Pero atención, el huracán no se ha ido; el ojo está justo encima, creando una sensación de tranquilidad que se desmorona rápidamente al llegar otra oleada letal de lluvia y viento.

¿Por qué hay calma en el ojo?

Para entender la calma en el ojo de los huracanes, primero debemos comprender cómo se forman estas poderosas tormentas. Los huracanes nacen de centros de bajas presiones atmosféricas en aguas cálidas, donde el aire comienza a circular con fuerza. Cuando el agua del océano se calienta, el aire asciende y crea remolinos que compensan la baja presión.

A medida que la velocidad del viento aumenta a 128 km/h, se genera un “vacío” en el centro, conocido como el “ojo”, que tiene forma casi circular. La ausencia de nubes en esta zona provoca esa falsa calma que todos experimentan.

¿Cómo identificar el ojo del huracán?

Hoy en día, los satélites y radares permiten seguir la pista del ojo de los huracanes. Además, los aviones de reconocimiento suelen ingresar a estas tormentas para recoger datos cruciales, como la presión, que indica si la intensidad está aumentando.

Hay algunas señales que te pueden indicar que estás en el ojo del huracán, incluso si no tienes instrumentos para medirlo:

  • La presión atmosférica baja de manera abrupta.
  • La temperatura puede ser hasta 10 ºC más alta que el entorno.
  • Si notas que las condiciones no mejoran rápidamente tras el paso de un ciclón y de repente hay calma, es probable que estés justo en el ojo.

¿Por qué viene lo peor después del ojo?

La calma en el ojo de los huracanes ha inspirado libros y hasta canciones, como un tema de Soda Stereo. Sin embargo, la razón por la que después del ojo suele llegar la parte más intensa de la tormenta está en la física.

Si te fijas en cómo el agua gira al irse por el desagüe, notarás que, en condiciones normales, en el hemisferio norte gira en sentido contrario a las manecillas del reloj, mientras que en el sur lo hace al contrario. Esto se debe al efecto Coriolis, resultado del movimiento de la Tierra sobre su eje, y es lo que hace que los huracanes en el hemisferio norte giren de esa forma.

La NOAA explica que, debido a este efecto, la mayor intensidad de los vientos se acumula en el lado derecho del huracán, generando remolinos de viento más potentes en esa área.

Pero eso no es todo. El centro de los huracanes está rodeado por nubes de tormenta, los temidos cumulonimbos, que son una pesadilla para los pilotos. Estas nubes forman la llamada pared del ojo, donde se encuentran los vientos más fuertes de la tormenta.

Por eso, los meteorólogos siempre recomiendan buscar refugio cuando pasa el ojo, porque esa pared de tormentas puede llegar de repente y desatar la verdadera pesadilla.

Autor Itzel G. Bandala

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