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Marcelo Ebrard, a una semana de concluir las giras presidenciales conocidas como “corcholatas”, ha reiterado su firme deseo de ocupar la presidencia de México, dejando claro que no persigue ningún otro puesto dentro de su partido Morena.
Durante una asamblea informativa en Chalco, Estado de México, Ebrard, aspirante presidencial, llegó en bicicleta tras pedalear alrededor de cuatro kilómetros, escoltado por un grupo de ciclistas provenientes de Chimalhuacán.
Ante una audiencia de aproximadamente 800 personas, el ex canciller reafirmó su postura de no ceder ante la presión de otros aspirantes que desearían su salida de Morena. Hizo un llamado a que los miembros del partido voten libremente, ya que habrá 350 representantes vigilando el proceso y garantizando la transparencia del resultado.
“Existe un grupo que desearía que me retirara debido a la competencia que represento, a que la gente nos apoya, y eso les genera nerviosismo. Pero no voy a ceder, y esto es algo que muchos militantes de Morena pueden confirmar. La encuesta debe ser respetada”, afirmó Ebrard.
El aspirante presidencial también abordó las denuncias de irregularidades que han llegado por parte de ciudadanos. Mencionó que durante el período de la encuesta, del 28 de agosto al 3 de septiembre, estarán atentos ante cualquier intento de influir de manera indebida en el proceso. Su confianza reside en la encuesta y en la participación de la gente, pero expresó dudas sobre las acciones de otros.
En referencia a Claudia Sheinbaum, Ebrard afirmó que los excesos y prácticas cuestionables que se han atribuido a ella no serán suficientes para prevalecer, sino que podrían tener un costo político en contra de la exjefa de Gobierno.
