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El ingeniero neerlandés Ties van der Hoeven quiere convertir una vasta región desértica en la península del Sinaí, Egipto, en un paraíso verde y fértil. Su plan ambicioso busca no solo restaurar la vegetación perdida hace siglos, sino también mejorar el clima, absorber CO2 y proporcionar empleo y alimentos a las comunidades locales.
El proyecto, que abarca 35.000 kilómetros cuadrados, implica revitalizar el lago Bardawil, utilizando sedimentos del mismo para crear suelos fértiles. Según van der Hoeven, esto podría cambiar los patrones climáticos y traer más lluvias. Aunque la idea ha tenido éxito en otros lugares, como en la meseta de Loess en China, los expertos advierten sobre posibles consecuencias imprevistas, como el uso de plantas invasoras y la alteración de patrones climáticos que podría traer más sequías en otras regiones.
A pesar de las críticas, Van der Hoeven está convencido de que su proyecto es clave para enfrentar la crisis climática. “No hay tiempo para no actuar”, dice, subrayando la urgencia de una regeneración ecológica a gran escala.
