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El Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) ha tomado medidas drásticas al presentar una denuncia penal por sabotaje ante la Fiscalía General de Justicia capitalina. El motivo: el hallazgo de un compuesto de aceites degradados en el agua extraída del pozo Alfonso XIII, ubicado en Álvaro Obregón, señalado como origen de la contaminación en el norponiente de Benito Juárez.
El organismo ha solicitado la intervención de expertos en material ambiental para determinar las condiciones del agua extraída del pozo, señalando una conducta delictiva que afecta gravemente el servicio público de distribución de agua potable y trastorna la vida en Benito Juárez.
Mientras tanto, los residentes de la colonia Del Valle exigen transparencia al Gobierno de la Ciudad de México sobre la calidad del agua que reciben en sus hogares. Se quejan del olor a hidrocarburo, el color inusual y la presencia de tierra y lodo en el suministro.
La situación se torna crítica para algunos edificios, como el de Sandra en la calle Samuel Ramos Magaña, donde la falta de agua ha llegado a afectar incluso el suministro para los sanitarios. Ante la crisis, algunos vecinos han tenido que recurrir a puntos de distribución de agua purificada instalados por la Secretaría de la Defensa Nacional.
El testimonio de Jaime, residente de la calle Pilares, refleja la gravedad del problema, con el agua saliendo turbia y sucia. Mientras tanto, Lucía Franco López-Velarde y Lucía Aguilar exigen al gobierno claridad en la información proporcionada, así como soluciones concretas y tiempos definidos para resolver la crisis del agua.
