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Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia, presentó ayer su plan anticorrupción, destacando el compromiso de su gobierno con la honestidad y la erradicación del flagelo de la corrupción.
En su estrategia, Sheinbaum enfatizó la importancia de establecer cero tolerancia a la impunidad, simplificar la administración y promover la transparencia, sin la necesidad de grandes instituciones, sino simplemente cumpliendo con la ley.
El plan, elaborado por un equipo de expertos, incluye medidas como aumentar las consecuencias por actos de corrupción, reformar el sistema judicial y crear una agencia federal dedicada a combatir la corrupción.
Además, se propone rediseñar la Secretaría de la Función Pública y establecer mayores controles para evitar el abuso en los casos de excepción a la licitación pública, con el objetivo de que el 65% del monto anual contratado sea por licitación pública en 2030.
Sheinbaum señaló que la corrupción no es un problema cultural, sino el resultado de años de gobiernos deshonestos con impunidad, y reiteró la necesidad de que cualquier servidor público sea sancionado por la ciudadanía y los sistemas de justicia.
Destacó la labor del actual gobierno en la lucha contra la corrupción, mencionando que se han recuperado 2.4 billones de pesos que ahora se invierten en obras públicas y programas sociales.
La candidata subrayó que es fundamental contar con servidores públicos honestos y sin historial de corrupción o conflictos de interés para asegurar un gobierno transparente y eficiente.
En cuanto a la simplificación administrativa, Sheinbaum enfatizó la necesidad de reducir regulaciones generadas por la corrupción que han provocado ineficiencia en los gobiernos.
El plan de gobierno incluye ocho acciones clave, como llevar a la Constitución los derechos a una buena administración pública y un ambiente libre de corrupción, impulsar un acuerdo nacional contra la corrupción y crear un sistema de inteligencia anticorrupción.
