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El ambicioso proyecto de la Megafarmacia del Bienestar, inaugurado por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 29 de diciembre para abordar el desabasto de medicamentos, ha enfrentado críticas a tan solo 14 días de su apertura. A pesar de la promesa de tener “todas las medicinas del mundo” y garantizar entregas en 48 horas, la realidad actual muestra que solo se han surtido 67 medicamentos, según Jens Pedro Lohmann, director de Birmex, la empresa a cargo de la compra y distribución de medicamentos en la Megafarmacia.
Durante la conferencia matutina del viernes 19 de enero, se reveló que el inventario de la Megafarmacia consta de mil 190 medicamentos, pero solo una fracción de ellos ha sido entregada a los pacientes hasta el momento. A pesar de contar con 2 millones 465 mil 975 piezas en existencia, el ritmo de suministro ha generado dudas sobre la efectividad del nuevo sistema.
En cuanto a la distribución, se han atendido 587 llamadas con asignación de folio, mil 252 para solicitar informes y 126 llamadas consideradas “mal intencionadas” desde la apertura. Según López Obrador, la Megafarmacia brinda atención las 24 horas del día, los 365 días del año, a través del contacto telefónico al 55-95-00-09-11 para usuarios que necesiten medicamentos no proporcionados por sus instituciones médicas.
La interacción con Birmex y las instituciones médicas como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) e Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) busca resolver por qué no se entregaron ciertos medicamentos. En casos de demora, se busca el medicamento en instituciones cercanas para garantizar la entrega al paciente.
Aunque la Megafarmacia se encuentra en sus primeras etapas de operación, su desafío inicial de velocidad de suministro y cantidad limitada de medicamentos entregados plantea interrogantes sobre su capacidad para cumplir la promesa de abordar el desabasto de medicamentos en México.
