El Bosque de Tláhuac se ha convertido en un improvisado refugio para más de 2 mil migrantes tras el cierre repentino de la oficina de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar). Hace tres días, las puertas de la instalación en el albergue temporal fueron cerradas definitivamente, dejando a los migrantes en una situación de incertidumbre y desesperación.
Personas como Kenson, un joven haitiano de 25 años, llevan más de dos meses esperando una cita que nunca llegó. Ahora, con la oficina cerrada, la falta de información sobre su situación futura ha aumentado la ansiedad. El Bosque de Tláhuac, que solía ser un lugar de tránsito y refugio temporal, se ha convertido en un campamento improvisado, con más de mil 500 migrantes dentro del albergue y otros 500 afuera, extendiéndose a lo largo de la avenida Heberto Castillo.
A pesar de las difíciles condiciones, los migrantes han improvisado casas de campaña, cocinan, venden agua y tratan de sobrevivir en la calle. La acumulación de basura es evidente, y la falta de apoyo de las autoridades locales y federales agrava la situación. La incertidumbre sobre su futuro se ha intensificado, ya que temen ser trasladados a otro lugar sin previo aviso.
Kenson y otros migrantes enfrentan la incertidumbre de la próxima semana, cuando se espera que el personal de migración los lleve a otro lugar. La posibilidad de obtener permisos para vivir y trabajar en México es crucial para ellos, y muchos expresan su deseo de quedarse en el país si se les brinda esa oportunidad.
La vida en la calle y en el bosque presenta numerosos desafíos para los migrantes. Además de las dificultades diarias, deben pagar por alimentos y servicios básicos, como duchas y baños. A pesar de las adversidades, algunos migrantes ven a México como una opción de vida viable y están dispuestos a quedarse si se les brinda la oportunidad de trabajar y vivir con dignidad.
La falta de apoyo y recursos, el cierre de la oficina de Comar y la incertidumbre sobre su situación legal han dejado a miles de migrantes en una situación desesperada, sin saber qué depara el futuro.