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La Línea 9 del Metro en la Ciudad de México ha estado en riesgo durante más de siete meses debido a la negligencia del gobierno capitalino, que ha pospuesto la implementación de un plan de rehabilitación para su tramo elevado. A pesar de las advertencias sobre daños estructurales que amenazan la seguridad de los usuarios y las instalaciones, el gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum ha optado por no destinar presupuesto a las obras necesarias.
Esta línea, que conecta diariamente a 200 mil personas entre el oriente y el poniente de la Ciudad de México, no ha recibido la atención debida bajo la administración de Claudia Sheinbaum como jefa de gobierno. Ni la Secretaría de Obras y Servicios ni el Sistema de Transporte Colectivo han avanzado en las licitaciones para resolver las fallas estructurales, según solicitudes de transparencia.
El plan de remodelación contempla la reconstrucción de una porción del tramo elevado, ya que los problemas estructurales no solo generan desplazamientos en las vigas, sino que también ocasionan demoras en los tiempos de viaje de los trenes. Estas demoras han resultado en aglomeraciones en las estaciones de la Línea 9 en los últimos meses.
A pesar de los riesgos planteados en el plan de rehabilitación, el enfoque actual ha sido más de “parchar” los problemas en lugar de llevar a cabo una reconstrucción integral. La falta de acción ha provocado inquietud entre los usuarios y críticos, quienes insisten en la necesidad de priorizar la seguridad y eficiencia del sistema de transporte.
En medio de la creciente preocupación pública, la administración de Sheinbaum enfrenta cuestionamientos sobre su compromiso con la seguridad de los ciudadanos y la infraestructura de la ciudad. Las decisiones tomadas en relación con la Línea 9 plantean interrogantes sobre la asignación adecuada de recursos y la gestión de proyectos de gran envergadura.
A medida que la Línea 9 del Metro sigue operando con problemas estructurales sin resolver, los ciudadanos y expertos instan al gobierno a tomar medidas inmediatas para abordar los peligros latentes y garantizar la integridad de uno de los sistemas de transporte más utilizados en la capital.
