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Los fósiles recién hallados están causando revuelo en el mundo científico al aportar datos intrigantes sobre una especie antigua de humano que tenía el tamaño de un “hobbit”. Estos humanos diminutos, que habitaron la isla de Flores en Indonesia hace unos 50.000 años, siguen desconcertando a los expertos por varias razones.
El Homo floresiensis, conocido popularmente como el “hobbit” por su tamaño peculiar, fue descubierto hace casi 21 años y ha desafiado la teoría de una evolución humana lineal desde formas primarias hasta más complejas. Los científicos aún se preguntan cómo estos pequeños humanos desarrollaron un cuerpo tan reducido y cómo lograron cruzar el océano para llegar a Flores, entre otras incógnitas.
Un reciente estudio publicado en la revista Nature Communications explora estas preguntas utilizando nuevos fósiles de Homo floresiensis. Los restos incluyen un fragmento de húmero y dos dientes encontrados en Mata Menge, uno de los dos únicos sitios en Flores con fósiles de esta especie.
Los investigadores sugieren que los hobbits podrían haber evolucionado a partir del Homo erectus, una especie de humano antiguo que salió de África hace aproximadamente 1,9 millones de años. Se cree que el Homo erectus quedó aislado en la isla hace unos 1 millón de años, lo que llevó a una notable reducción de tamaño en unos 300.000 años, una adaptación común en animales que viven en islas con recursos limitados.
El húmero analizado indica que el individuo medía alrededor de 1 metro (3,3 pies), y los dientes mostraban similitudes con los del Homo erectus encontrado en Java. Aunque el húmero pequeño encontrado en Mata Menge corresponde a un adulto, no a un niño, y es el más pequeño de su tipo jamás hallado. La datación de los sedimentos en los que se encontraron los fósiles sugiere que tienen alrededor de 700.000 años.
Este hobbit primitivo es 6 centímetros más pequeño que el esqueleto casi completo hallado en la cueva de Liang Bua en 2003, que data de unos 60.000 años. Los autores del estudio consideran que la diferencia de tamaño podría ser una variación natural, similar a la que vemos en las poblaciones humanas actuales.
Los recientes hallazgos en Mata Menge, junto con otros fósiles de Liang Bua, sugieren que estos diminutos humanos prosperaron en la isla a pesar de la presencia de depredadores como dragones de Komodo y cocodrilos. La reducción drástica de tamaño y la estabilidad posterior podrían haber sido beneficiosas para su supervivencia en un entorno aislado.
A pesar de estos avances, el debate continúa sobre los orígenes del Homo floresiensis. Algunos científicos, como el coautor Gerrit van den Bergh, sugieren que los restos encontrados en Mata Menge podrían ser parte de una versión enana del Homo erectus, mientras que otros investigadores, como Matt Tocheri, cuestionan esta interpretación y creen que el hobbit podría estar relacionado con otros homínidos como el Homo habilis.
En el pasado, algunos expertos habían sugerido que el hobbit podría haber sido un humano moderno con un trastorno del crecimiento, pero esta teoría ha sido ampliamente rechazada. El estudio actual no muestra signos de enfermedades en los fósiles, subrayando la importancia de cada fragmento en nuestra comprensión del pasado evolutivo de nuestra especie.
Cada nuevo hallazgo ofrece una ventana invaluable al pasado, ayudando a desentrañar los misterios de nuestros antiguos parientes.
