En un contexto de preocupaciones sobre la equidad en el sistema de pensiones en México, se revela que uno de cada 10 pesos destinados al gasto público en pensiones y jubilaciones beneficia a los ex trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). A pesar de representar menos del 3 por ciento del total de jubilados en el país, las pensiones de estos dos gigantes estatales se ubican en niveles que superan varias veces el promedio nacional.
El presupuesto de 2023 destinado al pago de jubilaciones del gobierno federal, que incluye a los ex empleados de empresas estatales y aquellos registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social bajo la Ley 73, asciende a un billón 330 mil millones de pesos. Dentro de esta asignación, Pemex dispone de 73 mil 900 millones de pesos para el pago de pensiones, mientras que la CFE cuenta con 51 mil 600 millones.
Estos números revelan que ambas empresas estatales concentran un presupuesto combinado de 125 mil 500 millones de pesos, equivalente al 9.5 por ciento de los recursos destinados a compromisos pensionarios que superan el billón 300 mil millones de pesos. Es importante destacar que estos cálculos excluyen el gasto en el programa de adultos mayores.
A pesar de que Pemex y CFE representan casi el 3 por ciento del total de pensionados en el país, reciben cerca del 10 por ciento del presupuesto destinado a pensiones y jubilaciones. Esta disparidad resalta las diferencias en las pensiones otorgadas por estas empresas respecto al resto de los jubilados en México.
Según datos de la Auditoría Superior de la Federación, los aproximadamente 50 mil jubilados de la CFE reciben una pensión promedio de 66 mil pesos, mientras que los más de 110 mil jubilados de Pemex perciben una renta mensual promedio de 23 mil pesos. Estos montos contrastan significativamente con las pensiones promedio de aquellos que están bajo el sistema de Afores, que apenas supera los 5 mil pesos mensuales.
El informe también destaca que, dentro de Pemex y CFE, hay notables diferencias en las pensiones otorgadas, con un pequeño porcentaje de pensionados que reciben ingresos mensuales sustancialmente más altos que la mayoría. Estos hallazgos refuerzan la necesidad de abordar la equidad en el sistema de pensiones y sus efectos en la distribución de recursos públicos.