En un intento por evitar bloqueos de agricultores, el gobierno francés ha solicitado un fuerte dispositivo policial, desplegando a 15 mil agentes para impedir la entrada de tractores a París y otras ciudades importantes. Los sindicatos agropecuarios, descontentos con las medidas gubernamentales a favor del sector, anunciaron planes para cercar indefinidamente la capital a partir de hoy.
En un esfuerzo por evitar bloqueos en puntos clave, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, instó a la moderación de la policía frente a los agricultores y ordenó a las fuerzas de seguridad evitar cualquier bloqueo en el Mercado Internacional Rungis y los aeropuertos de París. Helicópteros se desplegarán para vigilar caravanas de tractores. Darmanin advirtió sobre posibles bloqueos en las ocho autopistas que llegan a París a partir del mediodía.
Los agricultores, que denuncian la caída de ingresos, bajas pensiones, burocracia excesiva y competencia extranjera, planean dirigirse al Mercado Internacional Rungis. El presidente del principal sindicato agrícola, Arnaud Rousseau, llamó a la calma pero advirtió que esta semana será peligrosa.
El gobierno anunció medidas el viernes, incluyendo la simplificación de procedimientos y eliminación progresiva de impuestos al diésel para vehículos agrícolas, pero fueron rechazadas por los campesinos. El primer ministro, Gabriel Attal, visitó una granja y reconoció la difícil situación de los agricultores, señalando la necesidad de encontrar soluciones a corto, medio y largo plazo.
Esta protesta agraria en Francia refleja la ira de labradores alemanes y belgas, también movilizados contra reformas gubernamentales, mientras que en otros países europeos como Polonia, Rumania y Países Bajos, se han registrado protestas similares.