El reciente encuentro entre Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia, y Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, fue bien recibido por los trabajadores del Poder Judicial, quienes ven en este acercamiento una señal positiva para el avance de la Reforma Judicial. Patricia Aguayo Bernal, vocera del grupo, destacó que este diálogo marca un cambio significativo en comparación con la falta de comunicación durante la administración de López Obrador.
Aguayo subrayó que la reunión muestra un posible entendimiento y apertura que no se había visto previamente. Los trabajadores han expresado preocupaciones respecto a sus derechos laborales y las condiciones futuras bajo la nueva reforma. Entre los temores principales se encuentran posibles cambios en sueldos, prestaciones y antigüedad, en caso de que la reestructuración avance sin garantías claras para los empleados.
Por su parte, el Consejo de la Judicatura Federal ha mantenido un enfoque receptivo, participando en mesas de diálogo donde se han abordado las inquietudes del personal. Sin embargo, la incertidumbre persiste, especialmente porque se ha señalado que existe un plazo de un año para implementar los cambios propuestos por la reforma.
El proceso de reestructuración también se ve reflejado en las continuas protestas frente al Consejo de la Judicatura, donde los trabajadores exigen claridad y mayores garantías sobre la protección de sus derechos.