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En una sesión que se extendió hasta las últimas horas del jueves, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa que asegura que los salarios mínimos generales o profesionales de los trabajadores del Apartado A del Artículo 123 Constitucional nunca estén por debajo de la inflación registrada. Esta medida, que fue aprobada por unanimidad con 37 votos a favor, busca proteger el poder adquisitivo de los trabajadores frente al incremento constante de precios.
Además de establecer esta garantía, la iniciativa también contempla que maestros de nivel básico, policías, miembros de la Guardia Nacional, personal de las Fuerzas Armadas, médicos y enfermeros reciban un salario mensual no inferior al promedio registrado ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Esta disposición reconoce el valor social de estos profesionales, quienes desempeñan roles fundamentales en la educación, la seguridad y la salud pública.
El texto de la iniciativa critica la postura de los gobiernos de corte “neoliberal e individualista”, que, según el documento, han tratado el trabajo como una simple mercancía, resultando en salarios bajos y un escaso poder adquisitivo. La intervención limitada del Estado en la protección de los salarios, señala el texto, ha permitido que los intereses patronales prevalezcan sobre los derechos de los trabajadores, priorizando las ganancias comerciales a costa del bienestar de los empleados y sus familias.
Aunque la iniciativa fue bien recibida por todos los partidos políticos, algunos, como el PRI y el PAN, advirtieron sobre la necesidad de implementar medidas adicionales para contener la inflación. Argumentaron que, de poco servirá aumentar los salarios si los precios de los alimentos y servicios continúan en ascenso.
Durante la discusión, se presentaron seis reservas al dictamen, de las cuales sólo una fue aceptada, propuesta por Morena, que abogaba por que el aumento salarial aprobado superara la “inflación observada”, en lugar de la “calculada”.
Este paso legislativo representa un esfuerzo por mejorar las condiciones laborales y salariales en México, aunque los desafíos económicos subyacentes, como la inflación, siguen siendo una preocupación central para garantizar el éxito de estas medidas.
