Dramática Perspectiva: México Prevé una #Caída del 25% en la Producción Petrolera para #2028

La Agencia Internacional de Energía (IEA) emite un sombrío pronóstico para la producción petrolera de México en los próximos cinco años. Según el último informe de la IEA titulado “Oil 2023, Análisis y Pronóstico hasta 2028”, México enfrenta una disminución pronunciada debido a la reducción de inversiones tanto por parte del Estado como por la escasa actividad de los inversores privados en el sector petrolero.

Se prevé una drástica caída de 500,000 barriles diarios, equivalente al 33% menos de la extracción total de líquidos hidrocarburos, lo que sitúa a México en el primer lugar de reducción porcentual entre los países no afiliados a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+).

Hasta julio de este año, la producción nacional de crudo, según la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), junto con la producción de condensados informada por Petróleos Mexicanos (Pemex), promedió 1.944 millones de barriles diarios. En términos absolutos, México experimentará la mayor declinación en su producción petrolera después de Rusia entre los miembros de la OPEP+, llegando a alrededor de 1.5 millones de barriles por día en 2028.

Mientras tanto, Rusia también enfrentará una reducción significativa, cayendo de 9.6 millones de barriles por día a 9 millones en cinco años, lo que representa una disminución del 5.5% o 600,000 barriles diarios en un quinquenio.

La IEA sugiere que la disminución a largo plazo en la producción de petróleo de México se verá interrumpida en 2022-23 debido al aumento de la producción en el campo Quesqui. No obstante, señala que el sector petrolero mexicano ha experimentado altibajos desde la pandemia, cuando Pemex limitó severamente sus inversiones planificadas.

Para contrarrestar la caída en los años siguientes, se considera crucial poner en funcionamiento los campos Zama y Trion. La salida de Equinor del país y la falta de éxito de Shell han suscitado preocupaciones sobre las perspectivas de crecimiento a largo plazo de México.

La escasez de recursos y la falta de medios para invertir en nuevos desarrollos petroleros plantean un desafío adicional. Las rondas de adjudicación de nuevas áreas se han detenido, ya que el Estado enfrenta limitaciones financieras para mantener todas sus actividades de exploración. Además, los yacimientos gigantes, como Ku, Maloob, Zap y Cantarell, continúan su declinación natural sin alternativas viables para reemplazar la producción que aportan al país.

El informe de la IEA estima que los campos prioritarios de producción acelerada de Pemex alcanzarán su punto máximo el próximo año con poco más de 450,000 barriles diarios y luego comenzarán a declinar. De manera similar, los campos operados por contratistas privados como Tecoalli, Miztón, Amoca y Hokchi también iniciarán su descenso a finales de 2024. La perspectiva general para la producción petrolera de México es sombría y desafiante.

Autor Eduardo Martinez

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