El Estado de México (Edomex) es hogar de más del 90% de las Mipymes del país, según cifras del INEGI, pero la realidad es que muchas de estas empresas siguen sin dar el salto hacia la tecnología. Y, aunque la tendencia de las startups crece a nivel nacional, el Edomex aún no se posiciona como un verdadero líder en innovación.

A pesar de la buena noticia de que las inversiones en el sector están volviendo a moverse después de la pandemia, el Estado de México enfrenta una gran barrera digital. Según Benjamin Curley, socio director de Eko Ventures, el capital de riesgo se había estancado durante un par de años, pero ahora las cosas están comenzando a mejorar: “El venture capital está viendo luz después de dos años complicados, y las industrias empiezan a recuperarse a sus números prepandemia”, comentó Curley. “La inteligencia artificial (IA) ha sido el motor de este deshielo”, añadió.
📈 ¿Por qué la IA es el nuevo oro? En 2024, las inversiones crecieron un 16%, pero el número de proyectos financiados a nivel global bajó. A pesar de esto, la IA sigue siendo el gran foco de los inversionistas. Curley lo dejó claro: lanzar un proyecto de IA es más caro que las fintechs tradicionales, y aunque empresas como Kavak crecían rápido, no necesitaban tanto capital inicial. Pero con la IA, arrancar cuesta. Y eso es un reto. A pesar de ello, la clave está en diversificar y apostar en sectores como seguros, salud y bienes raíces.
Edomex tiene un potencial enorme gracias a su ubicación geográfica y diversidad, pero no todo es color de rosa. A pesar de las ventajas que ofrece su proximidad con CDMX, Curley destacó la necesidad de alianzas público-privadas para fortalecer el ecosistema. Además, el capital de riesgo sigue siendo un tema pendiente en México, lo que lleva a muchos emprendedores a buscar financiamiento fuera, en Estados Unidos. Otro reto es el talento, aunque el Edomex tiene una ventaja aquí gracias a sus universidades y parques industriales.
¿Y qué pasa con la resistencia tecnológica? El economista Dante León Ortega, de la UAEM, explicó que la renuencia digital está relacionada con la tradición, el temor a los riesgos y la subida de costos. Muchos empresarios sienten que innovar en procesos no esenciales no vale la pena si complica sus operaciones. Pero León Ortega también destacó que la infraestructura industrial actual tiene potencial para adaptarse a nuevas startups tecnológicas.
En cuanto a la distribución de empresas tecnológicas, es normal que se concentren en el norte del país o en CDMX, pero, curiosamente, muchas de ellas tienen operaciones en el Edomex. “Hay potencial local, y no solo eso: podríamos atraer a profesionales de otros estados. Pero ojo, la saturación podría ser un problema si no lo manejamos bien”, puntualizó.
¿Cuál es el futuro? A pesar de los retos, los expertos coinciden en que el Edomex tiene los ingredientes para ser un hub de innovación: una ubicación estratégica, una población diversa y universidades de calidad. Pero para que eso suceda, hay que construir confianza con los inversionistas locales, reducir la brecha tecnológica en las Mipymes y fomentar políticas que permitan un crecimiento sostenible.
Como bien lo dijeron Curley y León Ortega, la clave está en la colaboración, desde incentivos fiscales hasta programas especializados. El objetivo es claro: transformar la renuencia en una gran oportunidad. Con una población joven y un mercado interno en expansión, el Edomex podría no solo seguir los pasos de Jalisco y Nuevo León, sino marcar su propio camino en la revolución digital.