El gobierno de Trump ha suspendido su controvertido plan de albergar a inmigrantes en tiendas de campaña en la base naval de Guantánamo, Cuba. Según fuentes cercanas al tema, las estructuras no cumplen con los estándares de detención, ya que carecen de aire acondicionado y electricidad, lo que ha generado preocupaciones sobre las condiciones de alojamiento.

Este cambio de rumbo llega poco después de que se intentara habilitar más espacios en la base para inmigrantes, con urgencia. En la actualidad, los inmigrantes no se encuentran en las tiendas, pero aún se encuentran detenidos en el centro de la base y en el Centro de Operaciones para Migrantes (MOC, por sus siglas en inglés).
Aunque la administración de Trump había anunciado su intención de construir estas tiendas para albergar hasta 30,000 personas, las autoridades reconocen que, por ahora, no se ha justificado la necesidad de más infraestructura, ya que no han llegado suficientes inmigrantes. De hecho, algunas fuentes indicaron que las tiendas de campaña no cumplen con las normas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), lo que ha retrasado la implementación.
Los esfuerzos por trasladar a inmigrantes a la base de Guantánamo han estado llenos de confusión y falta de planificación, con mensajes internos contradictorios sobre quién tiene la responsabilidad y qué ocurrirá con los detenidos. Algunos funcionarios han señalado que, si bien se esperaba una afluencia mayor de inmigrantes, la situación no ha alcanzado el umbral necesario para justificar el uso de las tiendas de campaña.
La semana pasada, más de 170 inmigrantes fueron deportados a Venezuela, y otros 17 fueron trasladados a la parte del centro de detención de la base. Actualmente, no se esperan más llegadas en los próximos días, y hay alrededor de 1,000 militares estadounidenses apoyando la misión.
Uno de los principales problemas señalados es la capacidad del MOC, que solo puede recibir a un máximo de 50 personas para evitar el desbordamiento. De ser necesario, se habría recurrido a las tiendas de campaña, pero por el momento no parece ser el caso. A pesar de todo, no ha quedado claro cómo se están eligiendo a los inmigrantes que son enviados a Guantánamo, ya que algunos son considerados de alta amenaza, mientras que otros simplemente enfrentan órdenes de deportación.
Finalmente, entre los 177 inmigrantes venezolanos que fueron deportados la semana pasada, más de la mitad tenían antecedentes penales, mientras que otros no.