Desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca el 20 de enero, el poder y el dinero parecen ir de la mano como nunca. Su gobierno está repleto de multimillonarios, con figuras como Elon Musk, Jeff Bezos y Mark Zuckerberg en el círculo cercano.
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Musk, el hombre más rico del mundo, ha tomado un rol clave en la administración, impulsando recortes y reformas que reducen la regulación y benefician a las grandes corporaciones. Además, su red social X acaba de cerrar un millonario acuerdo con Trump tras la demanda por su expulsión en 2021.
Para el economista Robert Reich, exsecretario de Trabajo y crítico feroz de esta nueva era, EE.UU. “se está volviendo una oligarquía” donde un pequeño grupo concentra el poder y la riqueza. Según él, Trump y Musk están al frente de esta transformación, facilitada por el debilitamiento del Congreso y los tribunales.
Mientras las políticas de desregulación y recortes fiscales favorecen a las grandes fortunas, Reich advierte que la estrategia de la nueva administración es dividir a la sociedad en temas como inmigración y diversidad para que “nadie mire hacia arriba y vea quién está ganando realmente”.
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En este escenario, el Partido Demócrata parece fragmentado y sin una estrategia clara para frenar el avance de lo que Biden llamó en su discurso de despedida “una oligarquía de extrema riqueza, poder e influencia”. ¿Está la democracia en peligro?