A menudo se piensa que los aranceles son una especie de “castigo” para los productos extranjeros y los países que los fabrican. Pero, en la práctica, el “efecto lavadora” demuestra que estos impuestos pueden terminar afectando tanto a empresas nacionales como a los propios consumidores en EE.UU.
📌 La amenaza arancelaria de Trump
En los últimos días, el expresidente de EE.UU., Donald Trump, ha dejado claro que está considerando aplicar un 25% de aranceles a todos los productos mexicanos y canadienses a partir del 1 de febrero, además de un 10% a los productos chinos.
Esta decisión estaría impulsada por su percepción de que estos países no están gestionando bien temas como la migración y el narcotráfico. De hecho, en una movida inesperada, también amenazó a Colombia con aranceles del 25% después de que el gobierno de Gustavo Petro rechazara el aterrizaje de aviones con ciudadanos colombianos deportados. Sin embargo, la presión funcionó y, tras aceptar la devolución de sus ciudadanos, el arancel nunca se impuso.
Trump ha sido muy claro sobre su postura migratoria: “Miles de personas están entrando en masa a través de México y Canadá, llevando el crimen y las drogas a niveles nunca vistos”. Y, según él, los aranceles se mantendrán “hasta que el fentanilo y la inmigración ilegal dejen de invadir el país”.
🏭 ¿Cómo afecta esto a EE.UU.?
Si bien los aranceles parecen una estrategia para fortalecer la economía estadounidense, la realidad es que suelen generar el efecto contrario. La historia nos da un ejemplo claro con el caso de las lavadoras.
En 2018, durante su primer mandato, Trump impuso un arancel a las lavadoras importadas con la intención de proteger a los fabricantes locales. Pero el resultado fue que los precios de estas subieron un 12% en EE.UU.
Una investigación de tres economistas —Aaron Flaaen, Ali Hortacsu y Felix Tintelnot— concluyó que, aunque se generaron algunos empleos, los consumidores terminaron pagando más de 820.000 dólares extra por cada puesto de trabajo creado. Es decir, no fue un buen negocio para los estadounidenses.
Este fenómeno se conoce como el “efecto lavadora”, y demuestra que, cuando un país impone aranceles, los precios suben para todos, incluso para quienes viven en ese mismo país.
📊 El golpe económico detrás de los aranceles
Expertos en comercio internacional ven con escepticismo la amenaza de Trump de imponer un 25% a todos los productos mexicanos y canadienses.
Para Luis de la Calle, economista mexicano que participó en las negociaciones del antiguo NAFTA, este tipo de medidas son una especie de “extorsión” más que una estrategia comercial real.
Por su parte, Gerardo Esquivel, profesor de la UNAM, cree que se trata de una simple táctica de negociación para ganar ventaja, mientras que Joan Domene, economista de Oxford Economics, duda que la medida pueda aplicarse de manera generalizada.
⚠️ ¿Y el T-MEC?
Uno de los puntos clave es que EE.UU., México y Canadá están unidos por el T-MEC, un acuerdo de libre comercio que ha facilitado la integración económica de la región durante décadas.
Imponer aranceles en este contexto rompería con la esencia del tratado, según Valeria Moy, directora del IMCO. Para ella, esta decisión sería equivalente a decir: “No me interesa el acuerdo comercial”.
Y lo cierto es que EE.UU. depende en gran medida de México: más del 80% de las exportaciones mexicanas van al mercado estadounidense, y muchas empresas norteamericanas tienen cadenas de producción interconectadas con fábricas mexicanas.
🚗 Sectores en riesgo.
Si Trump cumple su amenaza, los sectores más golpeados serían:
- Automotriz 🚘
- Agrícola y alimentario 🌽 (aguacates, tomates, fresas, pimientos)
- Electrónica 📱 (pantallas para celulares)
- Manufacturero y petrolero ⛽
- Bebidas 🍺 (cerveza y tequila)
El problema es que, al encarecer estos productos, el consumidor estadounidense será quien termine pagando la cuenta.
🔄 Historia repetida.
Esta situación no es nueva. En 2018, Trump impuso aranceles del 25% al acero y 10% al aluminio, lo que encareció los costos de fabricación y elevó los precios de autos, electrodomésticos y otros productos en entre 8% y 20%.
Según un estudio, esto significó un gasto extra de 1.200 dólares al año para cada familia estadounidense.
En su momento, Trump también amenazó con un 5% de arancel a los productos mexicanos si México no tomaba medidas en la frontera. Aunque nunca se aplicó, solo la amenaza causó incertidumbre y especulación en los precios.
Si esta vez la medida se concreta, EE.UU. no solo enfrentará una presión inflacionaria extra, sino que Trump tendría que lidiar con el impacto en el bolsillo de los votantes. Algo que podría jugar en su contra en una elección donde prometió precisamente reducir el costo de vida.
🎭 ¿Estrategia política o realidad?
Aunque Trump ha demostrado que no le tiembla la mano para aplicar medidas drásticas, muchos economistas dudan que un arancel universal del 25% sea viable.
Lo más probable, dicen los expertos, es que se enfoquen en ciertos productos específicos en lugar de aplicar una medida tan amplia.
De una u otra forma, el “efecto lavadora” ya nos enseñó una lección clave: cuando suben los aranceles, los precios también suben, y el mayor afectado termina siendo el consumidor estadounidense. 💰📈