El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejorado sus previsiones económicas para México, anticipando un crecimiento del PIB del 3.2% en 2023 y un 2.1% en 2024, impulsado por el consumo interno y la inversión. Sin embargo, advierte que el próximo Gobierno enfrentará dificultades para recuperar la estabilidad fiscal después de un déficit presupuestario en 2024.
El FMI ha subrayado la necesidad de implementar medidas fiscales significativas, como la eliminación de la tasa de IVA al 0% y la ampliación del impuesto sobre la renta personal. También ha señalado las presiones presupuestarias derivadas de un aumento en el gasto corriente en 2024 y un mayor gasto en proyectos de inversión.
El aumento previsto del déficit al 5.4% del PIB podría ejercer presión sobre la economía, lo que llevaría a tasas de interés más altas y una inflación más lenta.
El FMI ha instado a una postura fiscal más estricta y sugiere que se logrará la meta de inflación del Banco de México en 2025. Se espera que el próximo Gobierno aborde estas cuestiones a través de reformas fiscales y consolidación fiscal.
El organismo también ha destacado la importancia de abordar los desafíos estructurales de México, como una mayor inversión pública, mejor gobernanza, mayor participación de las mujeres en la fuerza laboral y una transición hacia fuentes de energía más limpias para capitalizar las oportunidades del nearshoring y competir en la producción para el mercado estadounidense.