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A pesar de los avances hacia la electrificación, la OPEP pronostica que más del 70% de los vehículos en circulación para 2050 seguirán utilizando motores de combustión interna. El informe Perspectivas del Mercado Petrolero Mundial 2024 destaca que, aunque los autos eléctricos ganan terreno, la infraestructura de carga insuficiente, los altos costos de fabricación y las limitaciones de autonomía frenan su adopción global.
El crecimiento de los vehículos eléctricos se concentra principalmente en China, Europa y América del Norte, donde los incentivos gubernamentales fomentan su compra. Sin embargo, en economías en desarrollo, los altos costos y la escasa infraestructura hacen que la adopción de estos vehículos sea lenta, favoreciendo la permanencia de los motores de combustión.
La demanda de petróleo, especialmente en el sector del transporte, continuará aumentando, impulsada por la creciente flota automotriz en las economías emergentes. La OPEP proyecta que el parque vehicular global pasará de 1,700 millones en 2023 a 2,900 millones en 2050, lo que incrementará el consumo de crudo en 4.6 millones de barriles diarios hasta ese año.
Además, las tensiones comerciales y las barreras arancelarias entre Estados Unidos, la Unión Europea y China complican aún más la expansión de los vehículos eléctricos. A nivel mundial, muchas personas aún no han tenido acceso a un automóvil, lo que refleja las profundas desigualdades en el acceso a la energía y movilidad.
El secretario general de la OPEP, Haitham Al Ghais, subraya que las necesidades energéticas de miles de millones de personas siguen siendo insatisfechas, y que la demanda por vehículos de combustión no disminuirá significativamente en las próximas décadas, especialmente en las regiones más rezagadas del mundo.
