El general Eduardo León Trauwitz ha decidido romper su silencio después de cinco años de proceso en su contra. En una entrevista exclusiva con W Radio, el militar acusado de facilitar la operación de los huachicoleros en Pemex durante el sexenio pasado, ha contraatacado al régimen actual.
Afirma ser inocente y sostiene que fue utilizado como chivo expiatorio por el presidente López Obrador para encubrir las deficiencias en la gestión de Petróleos Mexicanos y en su supuesta lucha contra el huachicol. León Trauwitz argumenta que su caso fue una cortina de humo para ocultar la negligencia del gobierno en la importación de gasolina, lo que llevó a la escasez y a la tragedia de la explosión en Tlahuelilpan.
El militar asegura que fue abandonado por sus antiguos compañeros y que se vio forzado a refugiarse en Canadá, donde trabajó como intendente de limpieza en una empresa de alimentos. Revela que se le ofreció ser testigo protegido para incriminar a funcionarios de administraciones pasadas, pero se negó por falta de pruebas.
La decisión de León Trauwitz de hablar en este momento crucial no es casualidad. Con el proceso de extradición a México en marcha y en medio de una transición política, busca desacreditar las acusaciones en su contra y evidenciar presuntas presiones judiciales por parte del ex presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar.
Mientras tanto, Pemex enfrenta cifras preocupantes: el número de tomas clandestinas de huachicol se mantiene elevado, la producción de petróleo ha disminuido y la deuda de la empresa apenas ha descendido a pesar de millonarias inyecciones de capital. La promesa de gasolina a precios bajos sigue sin cumplirse, mientras el precio del combustible se mantiene alto.