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En Hidalgo se está cocinando uno de los proyectos de justicia más ambiciosos del país para los pueblos indígenas, especialmente enfocado en el Valle del Mezquital. Se trata de una estrategia que no solo busca atender viejas deudas históricas, sino también echar raíces para un desarrollo integral que respete cultura, territorio y tradiciones.
Este Plan de Justicia para el pueblo otomí se presentó gracias a la chamba conjunta entre el Gobierno estatal, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (INPI), y con el respaldo de Claudia Sheinbaum y el gobernador Julio Menchaca. Aquí no se trata de imponer ideas desde arriba, sino de escuchar directamente a las comunidades y construir con ellas.
Cristina Hernández Bautista, quien está al frente del INPI en Hidalgo, explicó que este plan es una forma de reparar los daños del pasado y asegurar un futuro digno. La idea es que se aborde todo: desde el tejido social y económico hasta lo espiritual. Nada queda fuera.
El proyecto ya lleva siete meses cocinándose, según contó Miguel Tello, de la Unidad de Planeación y Prospectiva. En este tiempo, se ha priorizado entender cómo se organizan los pueblos indígenas, respetando sus usos y costumbres. “Este no es un plan que baja en automático desde el gobierno, sino un ejercicio de planeación hecho con las comunidades, para que sean ellas quienes marquen el camino”, soltó Tello.
Por su parte, Prisco Gutiérrez, titular de la CEDSPI (Comisión Estatal para el Desarrollo Sostenible de los Pueblos Indígenas), destacó que este es uno de los planes de justicia más grandes que se han lanzado en México. Subrayó que permitirá abrir espacios de diálogo con presidentes municipales y, sobre todo, con las propias comunidades.
Entre los retos más urgentes que se han identificado están temas como el acceso al agua, la infraestructura, la cultura, el rescate del idioma otomí, la salud y la medicina tradicional. Todo esto será discutido y trabajado por los mismos pueblos, desde sus propias prioridades.
Un punto clave del Plan es que las autoridades indígenas serán parte activa del proceso, no solo para recibir información, sino para proponer directamente lo que necesitan. Ellas se encargarán también de mantener informadas a sus asambleas y construir propuestas desde abajo.
El INPI pondrá los recursos y la logística para que todo fluya, mientras que el Gobierno de Hidalgo será el encargado de coordinar a las dependencias estatales y los gobiernos municipales que participen en el proyecto.
En el evento de presentación también estuvo presente Félix Brambila, el mero mero de Conagua en Hidalgo, quien anunció que este Plan se va a vincular con un programa de tecnificación del riego. Esto será fundamental para mejorar el campo en el Valle del Mezquital, proteger el medio ambiente y fortalecer la producción local. 🌿🚜
