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El Reloj del Juicio Final, esa famosa metáfora que nos muestra qué tan cerca estamos de un desastre global, acaba de adelantar un segundo y ahora está a 89 segundos de la medianoche, ¡lo más cerca que ha estado nunca de la catástrofe! 😱
El Boletín de Científicos Atómicos (BAS), encargado de mover las manecillas del reloj cada año, señaló que esta decisión se toma debido a tres grandes amenazas: las tensiones nucleares, los avances peligrosos en biología e inteligencia artificial, y el cambio climático.
Daniel Holz, presidente del Consejo de Ciencia y Seguridad del BAS, fue claro: este adelanto es una advertencia para todos los líderes mundiales. La situación es crítica, y cada segundo cuenta.
El reloj, que originalmente estaba a siete minutos de la medianoche en 1947, se mantuvo en 90 segundos el año pasado. Este 2024, la situación es tan grave que incluso un solo segundo de adelanto marca una señal de peligro extremo. El BAS destacó que, si no se hace algo pronto, las probabilidades de un desastre global aumentan.
Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia y Nobel de la Paz, también participó en la presentación del reloj y advirtió que todos los países deben trabajar juntos para evitar un colapso. Además, lamentó que el presidente Trump haya tomado decisiones como retirar a EE. UU. del Acuerdo de París y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que, según él, podría tener enormes consecuencias para la seguridad mundial.
En cuanto al conflicto en Ucrania, el BAS señaló que la guerra podría convertirse en un conflicto nuclear en cualquier momento, por un error o una decisión apresurada. Lo mismo ocurre con los conflictos en Oriente Medio, que podrían descontrolarse en cualquier momento.
Además, los esfuerzos para frenar el cambio climático siguen siendo insuficientes. A pesar de algunos avances, muchos gobiernos no logran tomar medidas efectivas para limitar el calentamiento global.
La inteligencia artificial, aunque tiene grandes beneficios, también está siendo usada en conflictos militares, lo que aumenta el riesgo de desastres. Y si a esto le sumamos la desinformación, la situación se vuelve aún más peligrosa, ya que la verdad se difumina y se pierde la capacidad de tomar decisiones informadas.
El BAS no olvida a las grandes potencias: EE. UU., China y Rusia tienen el poder de destruir la civilización. Sin embargo, también tienen la responsabilidad de sacar al mundo del abismo, y aún estamos a tiempo de tomar las decisiones correctas.
Santos remató con una reflexión: “Cada segundo cuenta”, y en este momento más que nunca.
