El Salvador ha tomado una decisión inesperada: el bitcoin deja de ser moneda de curso legal en el país, ¡menos de cuatro años después de haber sido el primero en adoptarlo! Este cambio se produjo tras la reforma a la Ley Bitcoin, aprobada el miércoles por la Asamblea Legislativa, dominada por el oficialismo.
¿Qué ha cambiado exactamente? La reforma, que incluye ajustes a seis artículos y la eliminación de tres, deja al criptoactivo fuera de la lista de monedas oficiales. Ahora, el uso del bitcoin se limita a intercambios entre ciudadanos y empresas privadas, y su aceptación deja de ser obligatoria, pasando a ser voluntaria.
La propuesta de reforma vino de la ministra de Turismo, Morena Valdez, siguiendo el impulso del presidente Nayib Bukele. A pesar de la enorme presencia de Bukele en redes sociales, este tema ha pasado desapercibido en sus plataformas.
Este giro ocurre en un momento complicado para la economía salvadoreña, justo cuando el país está en medio de una negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un préstamo de US$1.400 millones. Uno de los requisitos del FMI era “mitigar los riesgos del bitcoin”, lo que deja claro que la criptomoneda ha sido vista con cautela desde un principio.
Aunque la reforma ya está aprobada, el FMI espera que El Salvador cumpla ciertos requisitos para que el préstamo sea aprobado en febrero.
¿Qué significa todo esto?
Antes, la ley obligaba a las empresas, comercios e incluso entidades públicas a aceptar el bitcoin como forma de pago, a menos que no tuvieran la infraestructura para hacerlo. Con esta reforma, la aceptación pasa a ser voluntaria, y ya no se podrán pagar impuestos ni deudas con bitcoin. El artículo 12 ahora establece que las obligaciones monetarias deberán pagarse en las monedas en que fueron contraídas.
La redacción de algunos de los artículos ha causado confusión, sobre todo con la eliminación del término “moneda” en la ley, lo que ha provocado diversas interpretaciones. La economista Julia Evelin Martínez aclaró que lo importante es que desaparece el concepto de moneda de curso legal, aunque la criptomoneda seguirá siendo una forma de pago opcional, similar a cómo se usa el euro en algunos países.
A pesar de la confusión generada, El Salvador no ha dejado de apostar por el bitcoin como parte de su estrategia económica. La embajadora del país en Estados Unidos, Milena Mayorga, aseguró que El Salvador sigue siendo “Bitcoin Country” y que su reserva en criptomonedas continuará creciendo. 🏦
Un panorama económico complicado.
La reforma parece ser un paso necesario para aplanar el camino hacia el préstamo del FMI, que podría aliviar la economía de El Salvador, que enfrenta una baja tasa de crecimiento y un alto nivel de deuda. El país continúa siendo el de menor crecimiento en la región por quinto año consecutivo y tiene un déficit comercial de más de US$8.000 millones.
Sin embargo, no todo es negativo: las remesas enviadas por los salvadoreños en el exterior siguen siendo una fuente clave de ingresos, alcanzando US$4.756 millones en los primeros siete meses de 2024.
Pero, aunque la economía muestra señales de apoyo externo, más de la mitad de la población está luchando con la seguridad alimentaria. Además, el Fondo de la ONU sigue monitoreando la situación de hambre en el país, lo que coloca a El Salvador en una posición aún más vulnerable