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En el tranquilo Valle del Mezquital, una alarmante situación está preocupando a los ganaderos locales. Reportes recientes han revelado la presencia de murciélagos hematófagos, criaturas que han encontrado en el ganado vacuno una fuente de alimento insospechada.
Estos mamíferos alados aprovechan las sombras de la noche para acechar a los becerros y vacas, sorprendiéndolos mientras descansan en sus corrales destinados a la producción de leche y carne.
Los ganaderos han notado que al amanecer, algunos de sus animales muestran signos de ataques, con sangre visiblemente presente en las orejas o el cuello. Esta situación ha generado gran preocupación entre los criadores, quienes temen por la salud y bienestar de su ganado.
Consultas con expertos veterinarios han revelado que estos murciélagos podrían ser portadores de diversas enfermedades, incluyendo la temida rabia. Ante este panorama, se ha recomendado mantener una estrecha vigilancia sobre la situación.
Como medida preventiva, se ha sugerido la instalación de luces eléctricas en los corrales, ya que se ha observado que los murciélagos tienden a evitar los lugares iluminados, prefiriendo buscar presas en la oscuridad.
De acuerdo con información proporcionada por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, se estima que de las numerosas especies de murciélagos presentes en México, dos de ellas son hematófagas. Además, se ha señalado que cuatro especies están en peligro y 28 son consideradas como raras.
Estos murciélagos, aunque temidos por su hábito alimenticio, cumplen un papel importante en el ecosistema al regular las poblaciones de insectos, contribuyendo así al equilibrio natural. En el Valle del Mezquital, se han identificado cuevas como posibles hábitats de estos mamíferos voladores, quienes durante la noche salen en busca de alimento, acechando los corrales ganaderos y desatando una preocupación creciente entre los lugareños.
