El condado del sur de California declara una “crisis humanitaria” debido a la liberación de unos 8,000 solicitantes de asilo en las calles en las últimas dos semanas por parte de la Patrulla Fronteriza.
Las autoridades fronterizas han trasladado grupos de migrantes a varias ciudades de la región, y la afluencia no muestra señales de desaceleración.
La Junta de Supervisores del condado de San Diego ha declarado una emergencia y ha instado al gobierno federal a hacerse cargo de la atención de estos solicitantes de asilo.
Más de 8,100 inmigrantes han llegado a la región en las últimas dos semanas, y muchas familias aún carecen de asistencia y permanecen a la intemperie.
La situación ha colapsado las instalaciones migratorias en la frontera, y se han dejado migrantes en las calles para aliviar esta presión, según informes de la Patrulla Fronteriza.
El gobierno del condado ha solicitado recursos y personal del gobierno federal para ayudar a los solicitantes de asilo y conectarlos con sus patrocinadores y destinos finales.
Además, se oponen a los traslados de solicitantes de asilo desde otros estados y jurisdicciones.
El condado enviará una carta detallada al gobierno federal para abordar las necesidades específicas de las organizaciones locales y las comunidades afectadas.