El Parque Nacional El Chico, uno de los lugares más queridos por turistas y locales, está en jaque por una fuerte plaga de gusano descortezador que amenaza con cerrar temporalmente algunas de sus áreas más visitadas, como El Cedral, si la situación no mejora pronto.

Marco Antonio Castro Martínez, director regional Centro y Eje Neovolcánico de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), explicó que ya han tenido que talar más de 1,500 árboles infectados tan solo hasta marzo. Por eso, hay zonas del parque que podrían ser restringidas al público para evitar daños mayores mientras se recupera el ecosistema.
Actualmente, 59.32 hectáreas están bajo control sanitario, pero la plaga sigue dando batalla. La Conafor también ya tiene planeado implementar un monitoreo terrestre más amplio que abarcaría hasta 12 mil hectáreas, con el fin de detectar a tiempo cualquier brote nuevo.
El funcionario destacó que el turismo en el parque se tendrá que ajustar según lo que indiquen los estudios técnicos y científicos que se están elaborando, para evitar más daño al bosque. Por ejemplo, en zonas como El Cedral se debe regular la cantidad de visitantes por día, ya que el ecosistema está en recuperación.
Además, se está actualizando el programa de manejo del parque para adaptarlo a las nuevas condiciones del clima y del bosque. “Si llueve más, eso nos ayudaría muchísimo para que la plaga no se dispare”, comentó Castro Martínez, dejando claro que el clima también será clave en esta batalla ambiental.
En este proceso, personal de la Conanp y del Ejecutivo Estatal trabajarán en conjunto, y todo lo que se vaya decidiendo será compartido con la comunidad, para que haya transparencia y la gente sepa exactamente qué zonas pueden visitarse y cuáles no.
Una herramienta que se podría activar es el programa “K de Cuert”, parte del Programa de Conservación y Uso Sostenible de los Recursos Naturales de la Conanp, que ayuda a manejar el turismo de forma responsable y equilibrada con el entorno.
La prioridad, dicen las autoridades, es que la gente pueda seguir disfrutando del parque sin poner en riesgo la salud del bosque, que es un emblema natural de Pachuca y del estado de Hidalgo. Una vez que se logre controlar al gusano, se reforzarán los trabajos de restauración forestal para que los árboles vuelvan a estar sanos y el parque recupere su esplendor.