La Sierra del municipio de Sinaloa, México, ha sido testigo de una larga historia de cruentos enfrentamientos entre grupos delictivos, sumiendo la región en una espiral de violencia y tristeza. Aunque se habían gozado momentos de relativa tranquilidad durante la última década, señales recientes advertían que esta paz podía romperse, y desafortunadamente, esos presagios se materializaron.
Desde el pasado viernes, se reportaron balaceras en algunos pueblos serranos, y el domingo se presenció la quema de al menos 14 vehículos que bloquearon la carretera a Bacubirito, sumiendo al municipio de Sinaloa en una verdadera crisis.
El lunes, las autoridades estatales y militares finalmente lograron llegar a San José de las Delicias para asistir a la población que quedó atrapada entre el fuego cruzado, solo para encontrarse con una zona devastada y desolada. Las casas y vehículos baleados y quemados dieron testimonio silencioso de la violencia que desató el choque entre los grupos armados.
Las calles estaban sembradas de casquillos de balas, testimonio de la intensidad de los disparos efectuados por las potentes armas de fuego.
Esta nueva ola de conflicto entre las células delictivas ha revivido momentos de angustia y zozobra entre los pobladores de la zona serrana del municipio de Sinaloa, recordándoles la dura realidad que parecía haber sido superada en la última década, pero que implacablemente volvió a aparecer. La violencia y la soledad han vuelto a tomar protagonismo en esta región afectada por la guerra entre grupos criminales.