Entre la “admiración” y la “arrogancia”: las impresiones de #Einstein en #Sudamérica.

Albert Einstein dejó un legado de pensamientos íntimos en sus diarios de viaje, donde plasmó sus impresiones sobre tres países de Sudamérica: Argentina, Uruguay y Brasil. Aunque su intención no era que estos escritos fueran publicados, hoy podemos acceder a ellos, lo que nos permite explorar sus visiones de estas naciones.

Según el historiador Ze’ev Rosenkranz, editor de The Travel Diaries of Albert Einstein: South America, 1925, sus notas revelan una clara discrepancia entre sus opiniones públicas, que eran progresistas y humanitarias, y los prejuicios que expresó en sus escritos privados. Por ejemplo, mientras su opinión sobre los japoneses fue positiva, su descripción de los chinos fue bastante negativa, catalogándolos como “gente trabajadora, asquerosa y obtusa”.

Impresiones de Argentina: una visión “compleja”.

Argentina fue el primer país que visitó en 1925. Einstein llegó con preconceptos sobre Sudamérica, que se vieron confirmados por algunas de sus interacciones. Aunque al principio quedó impresionado por académicos como el rector de la Universidad de Buenos Aires, José Arce, y otros, su opinión se tornó negativa. A pesar de reconocer el desarrollo en matemáticas y física del país, expresó sentimientos de desprecio hacia los argentinos, llamándolos “indios” y “españoles”.

Su visión de Buenos Aires fue crítica; la describió como “una ciudad estéril” y la comparó desfavorablemente con Nueva York, destacando lo que percibió como superficialidad y materialismo. No obstante, dejó constancia de su aprecio por algunos aspectos culturales y naturales, como la música y el paisaje en Córdoba.

Uruguay: “feliz” y modesto.

En contraste, su experiencia en Uruguay fue muy positiva. Durante su estancia de una semana, Einstein se sintió encantado con la “cordialidad genuina” de los uruguayos, a quienes describió como modestos y en contacto con su tierra. Destacó la separación entre el Estado y la iglesia, así como los programas de bienestar social, lo que lo llevó a elogiar al país como “muy liberal” y “pequeño feliz”.

Brasil: ambivalencia y admiración.

La visita a Brasil fue una mezcla de asombro y escepticismo. Aunque Einstein admiró la belleza natural y la diversidad étnica del país, también dejó comentarios despectivos. En su diario, expresó que se sentía como un “elefante blanco” y que los brasileños eran “monos” para él, lo que refleja su lucha interna entre la fascinación y los prejuicios. A pesar de las excepciones positivas, como el médico Antônio da Silva Mello, su ambivalencia hacia Brasil resalta su compleja relación con la región.

En resumen, los diarios de Einstein sobre Sudamérica ofrecen una ventana a sus pensamientos contradictorios, donde la admiración se entrelaza con la arrogancia, lo que nos permite entender mejor tanto al científico como a las naciones que visitó.

Autor Itzel G. Bandala

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