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El sureste de EE.UU. está enfrentando una catástrofe tras el paso de Helene, que llegó el jueves como el huracán más potente en golpear la región de Big Bend en Florida. Este fenómeno ha arrasado varios estados, cobrando la vida de al menos 89 personas, dejando sin electricidad a millones y atrapando a muchas familias en aguas inundadas. En Carolina del Norte, la situación es crítica, con días de lluvias incesantes que han convertido carreteras en ríos y dejado a muchos sin lo básico.
Cifras escalofriantes: Las muertes han sido reportadas en cinco estados. Carolina del Norte ha sido la más afectada, con al menos 36 fallecidos, mientras que en Carolina del Sur se registraron 24 muertes, incluidas dos de bomberos en Saluda. En Georgia, 17 personas perdieron la vida, dos de ellas a causa de un tornado en Alamo, como informó el portavoz del gobernador Brian Kemp. En Florida, al menos 11 muertos fueron confirmados, incluidos varios ahogados en el condado de Pinellas. Por su parte, un hombre falleció en Virginia debido a un árbol caído y el colapso de un edificio vinculado a la tormenta, según el gobernador Glenn Youngkin.
Más de mil desaparecidos: Con las comunicaciones interrumpidas, los funcionarios de Buncombe, Carolina del Norte, han recibido más de 1,000 reportes de personas desaparecidas. Avril Pinder, administradora del condado, indicó que este número podría incluir duplicados. La gobernadora señaló que muchas de estas personas simplemente no pueden comunicarse. Para ayudar, se activó el roaming en todas las redes, permitiendo que cualquier teléfono pueda realizar llamadas.
La batalla contra las inundaciones: Cerca de 300 carreteras están cerradas en Carolina del Norte y otras 150 en Carolina del Sur, lo que dificulta la entrega de suministros de agua a comunidades afectadas. En Weaverville, el alcalde Patrick Fitzsimmons informó que su ciudad está sin electricidad ni agua. Siete plantas de agua en todo el estado permanecen cerradas, afectando a cerca de 70,000 hogares.
Millones a oscuras: A medida que los remanentes de Helene continúan su paso, aproximadamente 2.5 millones de personas en Carolina del Sur, Carolina del Norte, Georgia, Florida y Virginia se encuentran sin electricidad. Un portavoz del Departamento de Energía no pudo ofrecer un plazo para la restauración, indicando que las inundaciones y escombros dificultan el acceso a las infraestructuras dañadas.
Destrucción total en Florida: Días después de que Helene tocara tierra como un huracán de categoría 4, innumerables residentes han sido desplazados. Con más de 230,000 personas sin electricidad, el gobernador Ron DeSantis señaló una “destrucción total” en varias comunidades, algunas ya golpeadas por huracanes anteriores.
Más lluvias a la vista: Helene ha dejado caer entre 30 y 35 centímetros de lluvia en Carolina del Sur, 30 a 40 centímetros en Florida y similares totales en Georgia. Aunque se ha convertido en un ciclón post-tropical, se anticipan más lluvias en partes de los Apalaches, lo que podría generar más escorrentía.
La urgencia de ayuda: La devastación es palpable, con barrios convertidos en lagos, coches arrastrados y negocios inundados. El gobernador de Carolina del Norte, Cooper, declaró que sacar a las personas y llevar suministros es la prioridad. Sin embargo, las inundaciones hacen que sea muy difícil determinar la magnitud del problema.
Historias de sobrevivencia: Stevie Hollander, residente en Asheville, observa cómo el agua casi alcanza su departamento. Con solo cuatro botellas de agua y poco alimento, expresó que “realmente no sabemos qué hacer”. En Black Mountain, Sofia Grace Kunst vivió un momento aterrador cuando un deslizamiento de tierra destrozó la habitación donde jugaba. “Era una ola gigante de lodo”, recordó.
La comunidad unida: A medida que comienza la limpieza, Patrick McNamara, dueño de un negocio de distribución de leche, constató que la inundación arrasó su edificio y le obligará a deshacerse de miles de galones de leche. Sin embargo, se muestra optimista sobre la reconstrucción y el futuro turístico de la zona.
