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El verano ha empezado con una tormenta en el mundo religioso, con un escándalo de abuso sexual que ha sacudido a una de las megaiglesias más grandes de Estados Unidos. Gateway Church, en Southlake, Texas, ha estado en el ojo del huracán después de que se hicieran públicas acusaciones de abuso infantil.
Robert Morris, el fundador y líder de la iglesia durante casi 25 años, renunció en junio tras el estallido del escándalo. Su dimisión ha provocado un éxodo de feligreses que sigue sin detenerse. La semana pasada, un pastor de alto rango dejó la iglesia en medio de un “problema moral” no especificado, lo que llevó a una serie de cambios drásticos: la cancelación de su conferencia anual, la salida del sucesor de Morris, el cambio de nombre del campus de Houston y una notoria caída en la asistencia.
Cada fin de semana, los asistentes se enfrentan a recordatorios del escándalo, con sermones que comienzan con disculpas y reflexiones sobre el dolor. La asistencia a los servicios ha bajado entre un 17% y 19%, según un portavoz de la iglesia.
Gateway Church atrae a unas 100,000 personas a sus servicios semanales y emplea a más de 560 personas en diversas ubicaciones en Texas, Missouri y Wyoming. Se considera una de las megaiglesias más grandes de EE. UU., congregaciones con más de 2,000 asistentes semanales. Hay casi 1,800 megaiglesias en el país, según el Hartford Institute for Religion Research.
La controversia también ha impactado a nivel nacional. En 2016, Robert Morris formó parte del Consejo Asesor Ejecutivo Evangélico del expresidente Donald Trump, y en 2020, Trump participó en un evento en el campus de Gateway en Dallas.
El problema comenzó en junio con una publicación en The Wartburg Watch, un blog sobre sobrevivientes cristianos. Cindy Clemishire, quien tiene 54 años, afirmó que Morris abusó de ella en 1982, cuando tenía solo 12 años. Morris admitió tener “comportamiento sexual inapropiado” en los años 80, pero la iglesia solo reconoció que había sido un “fracaso moral” de juventud.
La Junta de Ancianos de Gateway Church anunció la dimisión de Morris diciendo que no tenían toda la información sobre el abuso, pero confirmaron que fue con una menor. Tra Willbanks, uno de los ancianos, se mostró devastado y pidió disculpas públicamente.
La iglesia ha contratado a un bufete de abogados para investigar el abuso, mientras que Clemishire ha instado a otras posibles víctimas a hablar. Al menos tres pastores han dejado Gateway desde la renuncia de Morris, y el hijo de Morris, James Morris, y su esposa Bridgette también renunciaron.
Además, Kemtal Glasgow, un pastor que supervisaba todos los campus, fue despedido por un “problema moral” no especificado. Gateway Church Houston ha cambiado de nombre a Newlands Church, y el pastor Ethan Fisher, yerno de Morris, ha asegurado que su iglesia sigue adelante de forma independiente.
Mientras se busca un nuevo líder, Joakim Lundqvist, un pastor de Suecia, y Max Lucado, de San Antonio, están ayudando en la transición. Lucado ha animado a la comunidad a ver esta etapa como una oportunidad para un nuevo comienzo.
La congregación está dividida, con algunos fieles cuestionando su futuro en la iglesia. Lou Comunale expresó su fe en que la iglesia superará esta crisis, mientras que Emily High y otros exmiembros sienten una profunda traición.
