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El presidente Joe Biden y su equipo están aumentando las advertencias a Israel sobre las crecientes dificultades que enfrentarán en la búsqueda de sus objetivos militares en Gaza debido a la creciente condena mundial por el sufrimiento humano.
Biden, junto con sus principales asesores, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el secretario de Estado, Antony Blinken, están enfatizando en conversaciones privadas con líderes israelíes que la disminución del apoyo internacional tendrá graves consecuencias estratégicas para las operaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel contra Hamas.
Los funcionarios estadounidenses reconocen que Israel tiene un tiempo limitado para lograr sus objetivos militares antes de que la creciente protesta por el sufrimiento humano y las víctimas civiles, junto con llamados a un alto el fuego, alcancen un punto de inflexión.
Biden ha advertido que las impactantes imágenes de civiles palestinos, especialmente mujeres y niños, sufriendo las consecuencias de los ataques israelíes podrían socavar la capacidad de Israel para continuar su operación.
La comunidad internacional y, particularmente, los aliados de Israel, están expresando críticas cada vez más fuertes, lo que coloca al gobierno israelí en una situación delicada.
La ofensiva israelí no muestra signos de desaceleración, lo que preocupa a la administración de Biden. El presidente ha subrayado que Israel será juzgado duramente si no toma medidas significativas para aliviar el sufrimiento humanitario y reducir las víctimas civiles palestinas, no solo en Gaza, sino también en la Ribera Occidental.
Biden y su equipo están intensificando sus llamados a pausas humanitarias en los combates para permitir la salida de rehenes de Gaza y la entrada de ayuda. Si bien Estados Unidos no ha establecido líneas rojas para Israel, la administración considera que la situación podría cambiar rápidamente, y algunos asesores de Biden creen que solo quedan semanas, no meses, hasta que se vuelva insostenible no pedir públicamente un alto el fuego.
La Casa Blanca ha tratado de evitar hacer un llamado directo a un alto el fuego argumentando que esto solo beneficiaría a Hamas, permitiéndoles reagruparse. Sin embargo, a medida que crece la condena internacional, la presión sobre Estados Unidos para tomar una posición más firme también aumenta.
La administración de Biden considera que esta es la guerra que Israel debe librar y que Israel tomará sus propias decisiones finales, pero está claro que Estados Unidos está cada vez más preocupado por el alto costo humano del conflicto. Además, Estados Unidos está presionando a Israel en asuntos humanitarios específicos, como permitir la entrada de combustible y agua a Gaza y frenar la violencia de los colonos israelíes en la Ribera Occidental.
La división internacional sobre la guerra en Gaza se hizo evidente cuando el presidente chileno, Gabriel Boric, planteó sus preocupaciones sobre Israel en una reunión con Biden. Las diferencias de opinión sobre el conflicto se suman a la presión internacional sobre Israel y ponen a la administración de Biden en una posición cada vez más delicada a medida que busca equilibrar su apoyo a Israel con las crecientes críticas a su operación en Gaza.
