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Mientras la ofensiva israelí contra Gaza y Líbano continúa, dejando un saldo de 45 palestinos y 22 libaneses muertos, Estados Unidos denunció ante el Consejo de Seguridad de la ONU las graves condiciones que enfrenta la población civil en Gaza. La embajadora Linda Thomas-Greenfield expresó su preocupación por la falta de seguridad para los civiles palestinos en el norte del enclave, especialmente ante una nueva orden de evacuación emitida por Israel.
En este contexto, el presidente Joe Biden instó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a reducir las bajas civiles en Líbano y buscar una solución diplomática para liberar a los rehenes en manos de Hamas. Washington advirtió a Israel contra una ofensiva en Líbano similar a la de Gaza, luego de que Netanyahu amenazara con una destrucción comparable.
Durante una llamada telefónica, Biden y Netanyahu discutieron la situación en Líbano y la respuesta a un ataque con misiles de Irán, aunque la Casa Blanca no proporcionó detalles. La conversación marcó el primer contacto directo entre ambos en siete semanas, reflejando la tensión por la escalada del conflicto.
En Gaza, la ofensiva israelí ha continuado con fuerza, particularmente en el campo de refugiados de Jabaliya, donde al menos 45 personas murieron en una operación a gran escala en el norte. En Líbano, los bombardeos israelíes han dejado 22 muertos y 111 heridos en las últimas 24 horas, con víctimas en varias regiones del país.
La situación en Israel tampoco ha sido estable, con ataques de Hezbollah desde Líbano que provocaron la muerte de dos personas y seis heridos en ciudades del norte. El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, advirtió sobre represalias contundentes por los recientes ataques iraníes.
Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, criticó duramente a Israel, calificándolo como una organización sionista que ha cometido genocidio en Gaza, subrayando que la historia no perdonará a quienes han apoyado las acciones israelíes.
